Comenzando con un toque siniestro. ¿Sabían Uds. que el partido de Carmen de Mairena (sic) ha sacado más votos que el partido de Rosa Díez? ¿Sabían, de hecho, quién es Carmen de Mairena? Estas dos opciones bizarras se han hecho con 6.982 y 5.293 votos respectivamente. Una derrota increíble para un partido como el de Rosa Díez, UPyD, con un Diputado en el Congreso y otro en el Parlamento Vasco, empeñado por tanto en hacerse un hueco a nivel nacional a través de la crítica política no propositiva. Sus sesudos análisis post-electorales no se han hecho esperar y, cómo no podía ser de otra manera, la autocrítica no se contempla. Si la gente no vota UPyD es porque está enferma. Visto lo visto Rosa Díez, o en su defecto el candidato de UPyD en Catalunya, ex de C’s, debería ponerse morros de silicona. Así, al menos, haría gracia.
Siguiendo con este ataque de frikismo electoral, podemos centrarnos en Escons en blanc, un partido cuya única promesa electoral consistió en que, de ser elegidos, no se presentarían nunca al Parlament. Absentismo parlamentario, como si lo hubieran inventado ellos y no Felipe González. Esta opción política se hizo con unos extraordinarios 14.000 votos en la provincia de Barcelona. Aunque su mensaje casi no caló más allá y con sólo 18.000 votos en total no obtuvieron ningún escaño del que desertar.
De los partidos extraparlamentarios, el que más revuelo ha causado durante la noche electoral es Plataforma X Catalunya (PxC). Un partido xenófobo, cuyo principal argumento político es la expulsión de los inmigrantes, apoyado por la extrema derecha europea –cuentan con un crédito de 100.000€ de los fascistas austriacos- estuvo durante gran parte del recuento ganando 4 diputados por la provincia de Barcelona. Al final, el corte del 3% de votos para poder acceder al reparto de escaños los dejó fuera y sitúa, a día de hoy, el límite que separa el fascismo de las instituciones de Catalunya en 12.733 votos. Ni una persona más ni una persona menos. Pero más allá de las cuestiones estadísticas, en mi mesa electoral ha habido 14 personas que votaron por PxC. Eso significa que, en mi calle, en un barrio barcelonés de gran porcentaje de población inmigrante y obrera, podría haber 14 vecinos que son xenófobos. El drama se cierne sobre nuestras cabezas y el debate sobre la inmigración o es omitido por los partidos de centro, o utilizado demagógicamente por la derecha o directamente omitido y sustituido por el buenismo por las izquierdas. Y así pasa, que al final dejamos que el PP lidere el mensaje sobre inmigración y que PxC se encuentre a la puerta del castillo y haya comenzado a cruzar el foso. Sólo 12.000 votos, 14 personas en mi calle.
Y las izquierdas. Existe un chiste muy viejo que dice que si juntas en una habitación cerrada a 2 miembros del Partido Comunista durante una hora, al salir tendrás dos partidos comunistas y ambos se acusarán entre sí de revisionistas. Ahora, además, tienen la costumbre de ver el vaso medio lleno cuando, en realidad, la cosa está jodida para ellos.
En anteriores entradas hemos hablado sobre la ausencia de propuestas desde la izquierda a un momento de crisis de legitimidad económica, social y política. En Catalunya ha surgido una nueva opción política en la candidatura Des De Baix en la que se integran partidos como Izquierda Anticapitalista, Corrent Roig y Lluita Internacionalista. Como pasa siempre que se juntan varios proyectos de izquierdas, se hace ruido en la calle y hasta en algún medio. Esta candidatura pareciera que, sin ningún tipo de aspiraciones de entrar al Parlament, cuando menos si se configuraba como un nicho de votos de izquierda indignados con los partidos grandes como ERC o Iniciativa y muy cercana a los movimientos sociales.
Al costado de Des De Baix, otras opciones de izquierdas más clásicas o tradicionales de los comicios electorales, como el Partit Comunista del Poble de Catalunya, el POSI (Partido Obrero Socialista Internacionalista) o la Unificación Comunista de España. De todas estas fuerzas de izquierdas, sólo Des De Baix tiene más votos que ese nivel crítico de ridículo que constituye el partido de Carmen de Mairena (CORI). Y no se crean que los superan por mucho. Mientras que el CORI obtiene 6.982 votos en total, Des De Baix recibió el apoyo de 7.169. Una fina barrera de 187 votos entre hacer el ridículo y salvarse por los pelos, pero muy lejos de esos 13.858 que obtuvo la siguiente fuerza política por encima de Des De Baix: el PACMA o Partido Animalista.
Grandes contrincantes para la izquierda minoritaria, como ven. Pueden o hacer el ridículo o duplicar sus fuerzas para quedar por encima de un partido cuyo único punto en el programa son los animales.
Justo por debajo de esa línea del ridículo encontramos al partido de los Piratas. Un conglomerado electoral que mezcla la libertad de empresa y el acceso a la cultura en su programa electoral ha estado a punto de alcanzar al CORI con 6.489 votos. Vemos también que hay más pensionistas que comunistas de los pueblos de Catalunya, 3.198 por 2.942, y que -¡oh, dios mío!- el Partido Aragonés cuenta con 97 votos en la provincia de Lleida. Si ya me sorprende que estén en el gobierno de Aragón…
Ya, por último, quisiera hacer una especial mención para aquellos partidos de los amigos. Aquellos Democraticaweb, Partit de Justicia i Progrès, Alternativa Liberal Social y Solidaridad y Autogestión Internacionalista, que obtienen entre 84 y 42 votos. Tener tantos amigos más allá del Facebook, hoy día, debería tener recompensa.