Microficciones: aquel viejo concepto-amor

Por Davidrefoyo @drefoyo

foto tomada de FFFFOUND Puede que dentro de diez años, o tal vez más, nos encontremos otra vez en la pista de despegue y todos los esfuerzos de hoy se diluyan en el fondo de la taza, en ese caso puede que no seamos capaces de interpretar los posos, quizá porque no tengamos estas canciones en el disco duro o tal vez porque nos hayamos complicado tanto los planes que volver a prepararnos para una hipotética ascensión sea terriblemente cansado o doloroso o impreciso y la apatía nos contagie definitivamente hasta atrofiarnos los dedos. No puedo garantizarte nada, solo sé que seguiremos pagando las letras, una a una, del rescate bancario y estaremos tan acostumbrados a la billetera que recordaremos las playas, los océanos, las avenidas y las montañas, incluso las montañas, pero ¿sabes cuáles recordaremos por encima de todas? Eso es, baby, aquellas que no pudimos conquistar juntos. Ésta es una historia demasiado compleja como para resumirla en una hora de café y terraza, es un secreto, una enfermedad heredada de los familiares cercanos, viejas cuestiones sobre la mesa que no sabremos resolver. El tiempo es un concepto contrario a la libertad y esta es la mejor frase que se me ha ocurrido en mi vida. Me veo corrigiendo este mismo libro de poemas durante la eternidad, aunque, lógicamente, lo suyo habría sido no sentir la necesidad de cambiar una sola coma. Pero no puedo. No puedo. ¿Sabes por qué? Porque a estas alturas deberíamos haber sido capaces de pulsar la tecla forward y entender que la próxima escena nos seguirá gustando tanto como el resto del film. No quiero más teleseries, simplemente, quiero besarte, ¿es tan difícil de entender? Creo que no.