Microhistoria XXXVII

Por Artemisa
Hoy te he sonreído, y me has respondido con otra sonrisa. Sin conocernos, sin habernos visto nunca. Sin hablar. Hemos compartido esa confianza que los demás no podían ver. Déjales que miren desde fuera. Nunca quisieron entendernos. Te han mirado como si dibujarme fuera absurdo. Como si a nadie le importase ese trozo de papel. Pero no es cierto. Te importa a ti. Y, buscando con qué llenarlo, te topaste conmigo. El instante más triste… cuando el tren ha llegado a mi parada. Tus ojos exprimiendo los últimos segundos. Lo siento, no más momentos a lápiz. Aquí acaba nuestra historia. O tal vez no.