Oigo muchos comentarios sobre lo bueno que es mi hijo, lo movida que es mi hija, lo buenos que son ambos o el trabajo que dan.
Escucho y veo a otras madres quejarse de los suyos y yo comparo mentalmente la actividad y/o actitud de esos niños con la de los mios y me parecen (los suyos) unos benditos (o todo lo contrario, según).
Y llego a esta conclusión:
"Los niños, son "malos", en la misma medida que el rasero con el cual se les mide".
A mayores expectativas paternas sobre la docilidad de los niños, mas "malos" se les atribuye ser. "
Myriam Cabanillas