El abuelo, apenado, con lágrimas en los ojos escribió al cruel desconocido : "A aquel que robó el arbolito que planté aquí le ruego que lo cuide mucho; se llama Enriquito y representa a mi nieto"
El abuelo, apenado, con lágrimas en los ojos escribió al cruel desconocido : "A aquel que robó el arbolito que planté aquí le ruego que lo cuide mucho; se llama Enriquito y representa a mi nieto"