Microrrelato finalista (11): La elipse

Por Gaysenace

Esta foto de Corralejo es cortesía de TripAdvisor
Hola Juan. He regresado a Corralejo; ¿te acuerdas, verdad?. Ahora mismo estoy contemplando las dunas, esas dunas donde nos escondíamos del mundo para dar rienda suelta a inmaculados sueños y deseos. Pronto será mi cumpleaños y una sombra de infinita tristeza se cuela en mi rutina diaria. Por eso quiero aferrarme a los lugares donde la vida, lejos de ensañarse conmigo, me ofrecía serenidad. Observo las aguas cristalinas, con el cielo espejeando en ellas, y apareces tú nadando entre las nubes. Aunque lo he sobrellevado con dignidad, sigo herido por las decisiones del pasado. Claudicamos. La espada de la vergüenza nos desangró. Nos derrotó el sinsentido, la estupidez, tanta estupidez... Cuarenta años después, el embrujo de las dunas sigue intacto. Caí rendido a tus pies cuando dijiste que dibujaban una elipse fascinante. De vez en cuando silba una brisa perturbadora. No es nada, sólo un daño colateral de estos tiempos tan convulsos. Ojalá nos hubiera tocado vivirlos juntos pero los “ojalá” son cosa de niños. Por cierto, ¿se casó tu hijo mayor, no?. Mi marido Pablo, que vivía embriagado de algo parecido a la felicidad, falleció hace poco. Un saludo para Clara, sabes que siempre la respetaré.

Tuyo,Mario