Soñaba con despreocupadas cabalgadas solitarias, con amores de pastoras, con camaradería y canciones regadas con cerveza en la taberna, con fiestas en la aldea hasta el amanecer... Se despertó de su sueño: ¡Era el maldito rey! Este obra de Jesús Marcial Grande Gutiérrezestá bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.