Por parte de Nokia, la perdida de cuota de mercado se ha hecho más patente. La proliferación de constructores con modelos más económicos y versátiles han relegado a la compañía finlandesa en el ranking. Samsung, LG o Sony ofrecen móviles en el mismo segmento que Nokia. Además han aparecido otras empresas low-cost que ofrecen terminales más económicos. Todos ellos con un rasgo común: un sistema operativo común, Android. En el apartado exclusividad, Apple reina en solitario con su Iphone. Nokia se obsesionó en hacer la guerra por su cuenta y se chocó con un muro insalvable al intentar a toda costa que prevaleciera el sistema symbian. Inicialmente fue una alianza entre varias compañías para luchar contra Windows Mobile o Palm. Sin embargo, poco a poco los socios fueron descolgándose del proyecto para abrazar Android, pero los finlandeses intentaron mantenerlo.
Ahora, de nuevo diferenciándose de la tendencia mayoritaria, ofrece dispositivos con Windows Phone, la adaptación de Windows 8 para dispositivos móviles. Aunque el sistema de Microsoft sea más pesado, menos versátil y con menos aplicaciones que Android, el mayor riesgo lo corre Nokia, pues el principal mercado de Microsoft son los portátiles y sobremesa, pudiendo sobrevivir sin la hegemonía en los dispositivos móviles. Las preguntas a plantearse serían si ¿ha perdido Microsoft la batalla con Android? ¿Ha quedado Nokia fuera de juego debido a sus errores logísticos? ¿Es esta colaboración entre Nokia y Microsoft un último intento de dos gigantes por aferrarse a un mercado en el que ya no ocupan las posiciones de privilegio que ocupaban hace unos años? alfonsovazquez.comciberantropólogo