Vivir fuera del esquema del miedo, es una elección de cada minuto.
Poder atravesar las nubes de miedo que inundan el espacio y saber que del otro lado está la certeza.
Decirle no a lógica que parece obvia para todos y saber que la confianza y el amor más allá de una idea inocente y romántica es una posibilidad.
Renunciar al hábito del miedo es reconocer los apoyos internos y externos y sacar la propia voz permitiendo que trasmute el espacio para darle lugar al estado natural.