Aceptarnos sin complejos, en su totalidad, al margen de lo que digan los demás para esconder su propia cobardía. Somos hombres que vamos a morir y eso nos iguala sin remedio, simplemente hay quien no quiere verlo y hay quién mira cara a cara esta realidad y aprovecha cada instante que le queda para experimentar y crecer.
La muerte nos pone cara a cara frente al espejo de lo esencial. Pulvis es, et in pulverem reverteris: Polvo eres y en polvo te convertirás.