REDRUM. Ésa es la palabra que Danny había visto en el espejo. Y, aunque no sabía leer, entendió que era un mensaje de horror. Danny tenía cinco años, y a esa edad pocos niños saben que los espejos invierten las imágenes y menos aún saben diferenciar entre realidad y fantasía. Pero Danny tenía pruebas de que sus fantasías relacionadas con el resplandor del espejo acabarían cumpliéndose: REDRUM... MURDER, asesinato.
Pero su padre necesitaba aquel trabajo en el hotel. Danny sabía que su madre pensaba en el divorcio y que su padre se obsesionaba con algo muy raro, tan malo como la muerte y el suicidio. Sí, su padre necesitaba aceptar la propuesta de cuidar de aquel hotel de lujo de más de cien habitaciones, aislado por la nieve durante seis meses. Hasta el deshielo iban a estar solos. ¿Solos?...
REDRUM. REDRUM. REDRUM. REDRUM.
En la reseña de la lista prohibida les conté que una de las cosas que más había disfrutado del libro era la tensión psicológica de la que eran presa los personajes, pues el día de hoy admito que estaba completamente equivocada al decir que la autora era una maestra en ello pues en este libro King la superó y hasta volteó a verla sobre el hombro con una sonrisa burlona en el rostro.
Estoy enormemente sorprendida de la habilidad del autor para crear y manear el psique de los personajes a tal grado que los lectores somos capaces de empatizar con ellos y toda la situación oscura en la que viven.
Sobre los personajes debo de decir que fueron tremendos. Mi favorito es sin duda Danny aunque también confieso que él y su amigo imaginario me hicieron abrazar a mi perro y rezar un rosario completo… okey tampoco, pero si me dio “meyo”.
Jack obviamente también es personaje grande que mientras más iba avanzando en la historia más miedo le tenía y al mismo tiempo más quería de él (llámenme la bipolar). La transformación de Jack es asombrosamente aterradora.
Y aunque no es precisamente un personaje (o quizá sí) también tengo que hablarles del hotel, ya que Overlook a veces lograba enredarme tanto con sus historias y criaturas que habitan en él que yo simplemente quería más y más y de sus pasillos interminablemente largos (jamás volveré a ver un pasillo de la misma forma u.u)
¿Oía pasos que se aproximaban a la puerta, o eran sólo los latidos de su corazón?
Y al final no puedo decirles que no morí del susto porque les estaría mintiendo (soy una chillona)pero si puedo asegurar que me agarraré bien los ovarios para volver a probar la increíble pluma del autor.