Leyendo a Tanizaki reparo en la importancia del espíritu a la hora de entender, y de configurar, la cultura. Hay espíritus más conformistas, y otros, sin embargo, más obcecados en el poder y el emprendimiento. Los hay que se pliegan a lo que les viene dado, y otros buscan remar enseguida descubren el río. El espíritu de los primeros –dice Tanizaki- tiende a buscar la belleza en la oscuridad, en lugar de negarla inventando la electricidad y el petróleo. Y cito de El elogio de la sombra: “¿Cuál será el origen de esta diferencia en nuestros respectivos gustos? Yo pienso que nosotros los orientales tratamos de hallar satisfacción en las condiciones que nos han sido dadas y tendemos a conformarnos con nuestra situación. Ante la oscuridad no mostramos descontento, nos plegamos a ella como a algo irremediable. Si la luz es pobre, que lo sea, no hacemos de ello problema. Nos sumergimos en las tinieblas, en pos de una belleza que solo ahí puede existir. Los occidentales, dotados de espíritu emprendedor, aspiran siempre a algo mejor. En su constante búsqueda de la claridad, en su afán por desterrar hasta el último rastro de la sombra, pasaron de las velas a las lámparas de aceite, del aceite al gas y del gas a la electricidad.”
Fotograma de Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera
Y el caso es que, desde niños, nosotros -los occidentales- nos resistimos a creer que el mundo es como se nos presenta y buscamos apagar la oscuridad de las cosas. A veces, cerrando los ojos; otras, pulsando presurosos el interruptor. De alguna manera, hacemos de la seguridad y de la orientación nuestras necesidades fundamentales, y nos revolvemos, si despertamos de la cama no sabiendo dónde está el cabecero y dónde su pie. Es por ello por lo que seguramente vivimos instalados en la Tecnología, símbolo esplendoroso de control e inconformismo, en lugar de dejar que la Naturaleza se exprese según su necesidad y lenguaje. Y es por ello por lo que seguimos instalados en el miedo, de que algún día todo se derrumbe y nos quedemos a solas a la intemperie.