Miedos

Publicado el 28 junio 2010 por Carolus @n_maquiavelo
En el S. XIX no había penicilina, llegó a mediados del S XX. De hecho, en el frente ruso de la II GM. llamaban al ajo la penicilina de Stalin. Sin penicilina, la gente moría que era digno de ver, pero ya no nos acordamos de eso. En el S. XIX las tasas de mortalidad eran muy superiores a las actuales, tendencia que empezó a cambiar a lo largo del S. XX. Naturalmente, estos datos se refieren a la “cultura occidental” que por ser una idea bastante imprecisa creo que es lo mismo que no decir nada.
A lo largo de la Historia, era normal que de una decena de hermanos sobrevivieran la mitad, para que de éstos, una mitad muriera por guerras, violencia, epidemias, etc. Esto aun ocurre en muchos países y afecta a gran parte de la población mundial, aunque la tendencia es a mejorar. Si, ha leído bien, a mejorar. La Humanidad va a mejor, poco a poco, con rodeos, con alguna marcha atrás, pero va en buen camino.
Gran parte de la especie humana, entre los agraciados que me cuento, tiene de todo: agua potable y corriente, luz, calefacción, medicinas y un entorno razonablemente seguro. Sin embargo, la carcoma se nos come. Y tiene un nombre: miedo. O tal vez MIEDO, así, con mayúsculas. Miedo a repetir un 11-S ó 11-M, miedo a un corralito, miedo a que el 2012 los mayas acierten, miedo a la gripe de moda, miedo al calentamiento global, miedo a la crisis, miedo a la muerte, miedo a la vida, miedo al miedo y miedo a… si mismos. (Ponga aquí su miedo: ………, sea sincero, que alguno tiene)
Como no creo en la casualidad, y sé que el miedo vende, tal vez esté todo muy bien pensado y esta emoción no sea muy espontánea. Vamos, que se encargan de tenernos un pelín acojonados, no mucho pero siempre algo miedosillos, no hay mas que encender la TV y comprobarlo. El miedo es un buen pegamento para un rebaño de ovejas, yendo todos juntos nada me ocurrirá. ¡Viva el miedo compartido!
Hay muchas personas en el mundo que aunque también tienen sus miedos, saben que viven de prestado: hace días que miraron de frente a la Parca cuando ésta les rozó y ahora nada les hace temer.
Éstos recogerán las sobras del banquete de Occidente. Ya están en ello y me descubro: el futuro es de los valientes. Desde siempre les hemos llamado "bárbaros".