En este estudio se seleccionaron 300 niños y se comparó el uso de distintos tipos de miel frente a placebo. El resultado final fue una disminución de la frecuencia, gravedad y molestias de la tos, y una mejoría del sueño frente al placebo.
Existen igualmente otros estudios en donde se ha comparado los jarabes antitusivos frente a la miel, objetivándose la eficacia de esta última. Igualmente, la miel no parece tener efectos secundarios por encima del año de vida, lo que sí ocurre con los medicamentos, dato importante a tener en cuenta.
Como conclusión final: dada la potencial peligrosidad de los fármacos antitusivos y su no demostrada eficacia, la miel puede constituir una alternativa terapéutica para tratar la tos en niños superiores a un año con una infección del tracto respiratorio superior.
En cualquier caso os lanzo una pregunta. ¿Cómo tratáis vosotros la tos en vuestras casas?