Mientras él se fuma un cubano puro.
Se proclamó el defensor de los obreros.
Se alimentó del desespero.
El demonio ha escondido bien los cuernos.
Con estrategias para popularizarse.
Al desvalido arrimarse, abrazarlo y sentarlo a su lado.
Y se mueve indolente, siempre armado y tan deprisa.
Que la nación se convirtió en una mujer sumisa.
Y sus hijos en los mudos que se ahogaban sin salida entre nudos.
Se volvió tan densa la brisa.
Escasas las sonrisas.
Y el destino tan duro.
Todo se censura y se politiza.
Mientras él se fuma un cubano puro.
Hoy los hijos se han cansado de callarse.
Hoy la madre tira a un lado todo el miedo y se desborda entre la rabia.
El uniformado.
El pueblo desarmado.
El dictador que ha logrado el cometido desalmado.
El fusil y el humo aquel donde ha caído otro abatido.
Y se repite al soldado “el pueblo no es tú enemigo”.
Y se aferran a la fe.
A un lado, se acostumbraron a humillar
Disfrutan el ver implorar
El que se enferma de poder debe caer porque la mano se le pasa
A un lado, no es eterna la inmunidad
Cuando olvidaste la piedad
No recordaste que hay un Dios que si miró cuando disparaste
La sonrisa vuelve a estar vigente
Ha triunfado el pueblo
Pero aún se escucha gente
Decir dejé el populismo a un lado
Porque creer en un comandante eterno, pedazos nos hizo
Marcys Barroso @16marcys
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