En el plano diplomático, continúan los llamamientos finlandeses a la comunidad internacional. La diplomacia finlandesa difunde un documento acusando a la URSS de haber violado en múltiples ocasiones la Convención de Ginebra, bombardeando hospitales y objetivos civiles en retaguardia. Otra queja es que tropas soviéticas emplearon banderas blancas justo antes de lanzarse al ataque.
LONDRES: Por orden del Primer Lord del Almirantazgo Winton Churchill, todos los mercantes británicos que naveguen en el Atlántico del Norte serán armados, lo que equivale a declarar una guerra mercante total. En otro orden de cosas, la desesperada situación en Finlandia mueve al Ministerio de Exteriores a autorizar el reclutamiento de voluntarios ingleses para Finlandia. Es la primera vez desde 1870 que el gobierno inglés da su visto bueno al reclutamiento de voluntarios británicos para un conflicto exterior. Una última cuestión: cinco bombas colocadas por el IRA hacen explosión en Birmingham; no se producen víctimas mortales, pero dos tiendas quedan destruidas.
MAR DEL NORTE: Un avión de patrulla Hudson del Comando Costero de la RAF, localiza al buque alemán Altmark en aguas noruegas. El Altmark fue el buque de apoyo del acorazado Graff Spee durante su correría por el Atlántico Sur, y la inteligencia británica cree que cientos de marineros capturados permanecen a bordo del buque germano. De inmediato, el Almirantazgo empieza a preparar una operación de rescate. En cuanto a los U-Boote, hoy los lobos de la Kriegsmarine se concentran en el convoy HX-18 que navega rumbo en el oeste de Irlanda rumbo a Gran Bretaña. El ataque resulta un éxito: el U-26 hunde al mercante Langleeford (4.622 toneladas), el U-48 al Sultan Star (12.306 tn.), y el U-57 al Gretafield (10.191 tn.), todos ellos con pabellón británico. Más al norte, el U-53 hunde cerca de la costa occidental del Ulster al vapor danés Martin Goldshmicht, de 2.095 toneladas.