Ayer domingo en un paseo por la rasa de Cabo Peñas con mi amigo Juan Granda pudimos observar unos cuantos. El más llamativo es la collalba gris Oenanthe oenanthe, dado que se posa en áreas despejadas de vegetación. De esta observamos un total de 3 jóvenes.
Para poder observar otras especies lo mejor es arrimarse a las zonas donde crecen pequeños arbolillos o arbustos, ya sean sauces, pinos u otros cualesquiera. La razón es que los pajarillos se esconden en su ramaje, y en ellos tienen una atalaya para vigilar los prados de alrededor donde encuentran sus presas, o bien se alimentan directamente entre su follaje. En estas zonas de pequeños arbustos la especie más frecuente en migración, y la que más vimos ayer, unos 10-12 ejemplares, es el mosquitero musical Phylloscopus trochilus.
Otro pajarín del que vimos algún ejemplar, en concreto cuatro, fue el papamoscas cerrojillo Ficedula hypoleuca.
Y allí muy lejos, en el quinto pino, y nunca mejor dicho, un ejemplar de colirrojo real Phoenicurus phoenicurus, lo pongo porque a diferencia de los anteriores es bastante escaso en migración otoñal, apareciendo ejemplares muy contados. Esto es así porque entre los años 1970 y 2000 hubo un fuerte declive de la especie a nivel europeo, aunque ahora parece estar recuperándose ligeramente.
Hay otra especie que este año está presentando buenos números pero que ayer no llegamos a ver, como la tarabilla norteña. Y otras que pueden aparecer de forma escasa, como las currucas zarcera o mosquitera, el ruiseñor, el escasísimo carricerín cejudo, del que el año pasado pude ver un ejemplar por esta zona...En cualquier caso una excelente oportunidad para acercarnos a la rasa de Peñas y aumentar nuestro catálogo de observaciones.