Migraña infantil: niños con dolor de cabeza

Por Patricia Patricia Manzano Gómez @lavidaentrebibe

Cualquiera que haya pasado por una migraña sabe lo molesto y doloroso que puede llegar a ser, desgraciadamente esta es una dolencia de la que tampoco se libran los niños. En los últimos años han aumentado los casos de niños que padecen dolores de cabeza, factores ambientales, situaciones estresantes o una predisposición genética hace que aparezcan e interfieran en el ritmo normal de vida del menor.

Los padres deben estar atentos ante los dolores de cabeza de sus hijos y no pensar que son una excusa para no realizar una actividad, incluso en el caso de que sea 'ficticio' puede ser un síntoma de un problema de tipo psicológico.

En general se puede hablar de dolores de cabeza ocasionales o de migrañas. Estas últimas suponen un problema más serio ya que, como en el caso de los adultos, pueden llegar a incapacitar al niño en su vida diaria.

¿Qué son las migrañas?

Las migrañas se caracterizan por un fuerte dolor en un lado de la cabeza o en ambos, es frecuente también sufrir palpitaciones y en general una molestia que impide realizar las tareas cotidianas, el dolor se acentúa con la actividad física e incluso puede causar vómitos o mareos. Sus causas no están claramente determinadas, se relacionan con factores de tipo neurológico y genético, si un adulto las sufre es probable que a su hijo también, aunque normalmente con menor intensidad. Los síntomas más comunes son también fotofobia y fonofobia.

El tratamiento es el mismo que en el caso de los adultos, tratamiento farmacológico. El pediatra será el que determine la medicación adecuada que erradicará los síntomas. El pronóstico es bueno y un niño con migrañas no tiene porqué ser un adulto con ese problema, de hecho en la mayoría de casos desaparece al llegar la adolescencia.

Pese a que no tienen una causa determinada sí que es cierto que tanto las migrañas como el resto de dolores de cabeza pueden precipitarse debido a una serie de factores. Entre ellos destaca un ritmo de vida más estresante, las horas pasadas delante de la tele o el ordenador, una vida sedentaria, la falta de sueño o una mala alimentación. En los últimos años todos estos factores no han dejado de crecer, por eso se ha producido un aumento en las consultas médicas de niños con cefaleas.

Las migrañas no son simples dolores de cabeza: deben ser diagnosticadas siempre por un médico

Para prevenir estos dolores lo mejor por tanto es modificar los hábitos de vida de los menores, reducir el nivel de presión que se ejerce sobre ellos e introducirles en un estilo de vida más saludable sería el primer paso. Hay que vigilar su alimentación y procurar que descansen las horas adecuadas, limitando además el tiempo que pasan delante de la televisión.

Con todo, cuando la migraña hace su aparición poco es lo que se puede hacer por evitarla. Las crisis pueden durar entre 2 y 3 horas por lo que hay que optar por fármacos de acción rápida, otras medidas que se pueden tomar es introducir al niño en un ambiente oscuro y calmado, aplicar compresas de agua fría en la frente o realizar un masaje relajante.