Javier nos tiene acostumbrados a ir de la mano de lo sobrenatural en sus cortos, pero esta vez, se aleja de ello, da un giro de 180º, y nos presenta un corto muy divertido, con buenos efectos especiales, unas correctas actuaciones, y sobre todo, unas peleas muy gamberras, y bien coreografiadas para tal fin.
Buen trabajo en conjunto, y gran labor de dirección, están pidiendo a gritos que Javier Yáñez, por fin pueda extenderse en el largo.
Si tenéis la oportunidad de ver el corto, os lo recomiendo.