"Erika de Souza siempre se ponía delante y cuando viajamos de noche, ése es el sitio de Germán [Rubio, el jefe de prensa]. En esa zona muchas veces va algún miembro del cuerpo técnico y Silvia Domínguez se sienta cerca si se marea un poco, como cuando vamos a La Seu d'Urgell, donde hay muchas curvas", comparte Miguel Cruz (Salamanca, 1979), el conductor del Perfumerías Avenida. Es cercano, campechano y feliz, tiene un gran sentido del humor y conserva el apodo cariñoso que le regaló Isa Sánchez: Michael Driver.
-¿Cómo surgió ser el conductor del autobús del Perfumerías Avenida?
Trabajo en una empresa de autobuses: compramos un autobús y se lo enseñamos a Halcón Viajes, que era con quien viajaban antes. A raíz de ahí entramos como intermediarios, por así decirlo, y al año siguiente pasamos a cubrir todo el club (cantera, primer equipo...).
-¿Hubo un momento en el que hubiese otro conductor?
Desde que empecé, en 2009, sólo he dejado de llevar al equipo cuando he sido padre. Sólo he faltado tres veces en mi vida, cuando nacieron Adrián, Ángel y Martín.
-¿Cuándo surgió tu amor por el Perfumerías Avenida?
Mucho antes de ser el conductor del autobús ya era socio del club, cuando era CB Halcón Viajes. Estoy encantado de llevar a las jugadoras y no las cambio por nada ni por nadie. No soy sólo un conductor en un club donde todo el mundo rema en la misma dirección y ayudamos en lo que podemos. Disponemos también de un taxi y, en la medida de lo posible, también cubro los viajes personales de las jugadoras del primer equipo cuando, por ejemplo, quieren ir a buscar o encontrarse con algún familiar.
-¿Quién sabe más confidencias, la fisioterapeuta, Aiora Aracena, o tú?
Son confidencias distintas. Quizás las que comparten conmigo sean extradeportivas, aunque afecten a lo deportivo. Tengo bastante confianza con las jugadoras y muchas veces en su cara ves si están bien o mal. Antes de empezar el partido [se refiere a las semifinales de la Copa de la Reina de Zaragoza contra el Gernika, hablamos durante el descanso] he visto a Maite Cazorla un poco tensa. "Tranquila, que no hemos empezado", le he comentado. La conozco y sé cuándo está nerviosa. Una vez cuando salta a la pista, ya va como un avión.
-¿Con la experiencia que acumulas y con la formación necesaria crees que podrías ser un buen psicológo?
Diría que no estoy capacitado para serlo. Me hace gracia la pregunta porque que un libro del curso de entrenador, quizás del nivel 1, salgo en una foto con Clara, una jugadora de cantera en un campeonato de España. Habíamos perdido la final contra el CB Islas Canarias y la niña, a quien le tengo mucho cariño, no podía parar de soñar. "Clara, habéis jugado una final y eso está al alcance de muy pocas jugadoras", le comenté. Fue Víctor Lapeña quien me avisó: "¡Miguel, pero si sales en el libro como si fueses psicólogo!". Fue un descubrimiento muy divertido.
Más que pálpitos, son sensaciones.
-"Sabía que íbamos a ganar. Podías palparlo. [...]. No soy su entrenador, quien decide cuántos minutos juegan, y a lo mejor por eso conozco mejor sus estados de ánimo y me tienen más confianza", confesabas en el libro Marta Fernández: volando con los pies en el suelo. Veías claro el Argandazo en la Copa de la Reina de Arganda del Rey contra el Ros Casares repleto de estrellas.
Esa vez lo tuve clarísimo. Estaba convencido de que ganaríamos la Copa. Se ve en el ambiente y la química: hay algo que te lo dice, y luego puedes acertar o equivocarte.
-Desde el 2009 las preferencias musicales habrán cambiado mucho...
Sí, pero, al final, cada jugadora escucha su música. Cuando ganamos un título sí que ponemos, y en bucle, el We are the champions.
-¿Sueles hablar con quien tienes al lado mientras conduces?
Voy centrado en la carretera y si quieren charlar, lo hacemos. A veces, después del partido, los entrenadores comparten ideas conmigo. No tengo muchos conocimientos, lo que sé es gracias al cuerpo técnico, pero los escucho porque sé que se agradece hablar con alguien que no forme parte del cuerpo técnico y que te dé una opinión desde fuera.
-¿Para ti la Copa es el gran momento del año?
Es el torneo en el que lo paso peor, y cualquier día me dará algo... Aquí no son varios partidos contra el mismo equipo como en los playoffs, en la Copa tienes que ganarlo todo... Y sufro mucho... Por suerte tengo a mi lado personas con la misma pasión y locura. Todos y todas nos dejamos la piel y el alma por nuestro querido Perfumerías Avenida.