Miguel de Unamuno, otro filósofo de la dominación

Publicado el 01 junio 2015 por Hugo
Tanto como Ortega y Gasset... o más.
Sucede que a medida que se cree menos en el alma, es decir, en su inmortalidad consciente, personal y concreta, se exagerará más el valor de la pobre vida pasajera. De aquí arrancan todas las afeminadas sensiblerías contra la guerra. Sí, uno no debe querer morir, pero de la otra muerte.
Miguel de Unamuno, 1913Del sentimiento trágico de la vida.
"Así es la vida. Engañar, engañar al pueblo para que el miserable tenga la fuerza y el gusto por vivir. Si supiera la verdad, ya no podría, ya no querría vivir. El pueblo tiene necesidad de mitos, de ilusiones; el pueblo tiene necesidad de ser engañado. Esto es lo que sostiene en la vida. Justamente acabo de escribir un libro sobre este asunto. Es el último." Esta sobreexcitado, sus venas se llenan de sangre, sus mejillas se tiñen de púrpura, su busto se endereza. Se diría que rejuvenece. De un salto se aproxima a la biblioteca, coge un libro, escribe apresuradamente algo en la guarda y me lo tiende: "Tome. Léalo y verá. Mi héroe (se trata del mártir San Manuel Bueno) ha dejado de creer. No obstante, continúa luchando para comunicar al pueblo la fe que él no tiene, ya que sabe que sin la fe, sin la esperanza, el pueblo no tiene fuerzas para vivir."
Entrevista con Kazantzakis, 1936