No es más que un payaso faltón que luego va dando lecciones de moralidad sobre los límites del humor.
Lo cierto es que su humor deja bastante que desear, sobre todo porque lleva un tufillo sectario bastante evidente.
Tras unos cuantos años actuando en bares, discotecas y otros lugares inhóspitos de Galicia debutó en El club de la comedia y se creyó cómico.
Participó en la farsas aquellas Curso del 63 y su secuela Curso del 73, encarnando al personaje Don Luis, el cual interpretaba como si fuera un personaje de Aquí no hay quien viva.
Desde entonces solo un puñado de monólogos, de los cuales uno o dos tienen cierta gracia.
Desde 2019 acompaña al pretencioso Risto Mejide, a la plastificada Marta Flich, al travelo de Elsa Ruíz y al admirador de mujeres sin tener edad legal de Antonio Castelo por las tardes en Todo es mentira, un formato donde, desde supuestamente el humor, analizan los temas de actualidad.