Empezando por san Miguel, siguiendo por san Gabriel y acabando con san Rafael...
Da igual si sois creyentes o no, vosotros rezad buena cosa por si luego os arrepentís.
Porque ojo, no conozco a nadie que sea capaz de comerse un Miguelito únicamente...
Pero no es nada que no se solucione calzándose las deportivas y dándose un buen garbeo...
Y es lo que digo yo, ¿para qué está la vida si no nos podemos dar un capricho de vez en cuando?
Dificultad: la única es evitar la hora punta en el súper para comprar el hojaldre.
Tiempo de preparación aproximado: 20 minutos para el corte y horneado del hojaldre + de 5 a 8 minutos para hacer la crema pastelera.
Raciones: 12 unidades.
Qué necesitamos: 1 manga pastelera, preferiblemente con boquilla pequeña redonda.
INGREDIENTES
- 1 plancha de hojaldre refrigerada [o congelada, como prefiráis, pero si es congelada, la tendréis que sacar 30 minutos antes (o lo que indique el fabricante) para que se descongele]
- azúcar glass para decorar
- 400ml. de leche
- 3 yemas de huevo
- 80g. de azúcar (unas 3 cucharadas soperas)
- un trozo de corteza de limón
- 1 cucharada sopera rasa de azúcar avainillado
- 30g. maizena
Del hojaldre:
- Precalentamos el horno a 200º, posición "arriba y abajo".
- Con un cuchillo bien afilado de hoja lisa (que no sea de sierra) cortamos el hojaldre a modo de cuadrícula. Dependiendo de lo grande que sea vuestra plancha de hojaldre, calculad por dónde vais a cortar para que os salgan rectángulos más o menos del mismo tamaño. A mí me salen 12 de unos 8x6cm.
- En la bandeja del horno ponemos un papel para hornear y vamos colocando con cuidado los rectángulos de hojaldre. No hace falta que estén muy separados porque el hojaldre sube hacia arriba, por lo que no se van a pegar unos con otros. Con 1cm. de separación es suficiente. Eso sí, no pinchéis el hojaldre ni lo pintéis con huevo. Sólo lo tenéis que cortar y colocar en la bandeja.
- Introducimos en el horno y horneamos unos 10-12 minutos. Cuando los veáis un poco doraditos ya están listos.
- Sacamos y, esto es importante, dejadlos enfriar sobre una rejilla, para que el hojaldre no "sude" por abajo y se reblandezca. Se enfrían rapidísimo, así que en unos 10-15 minutos ya los podéis rellenar.
- Ponemos en un cazo la mitad de la leche, el azúcar, el azúcar avainillado y el trozo de corteza de limón. Lo ponemos a fuego medio-bajo para que se vaya infusionando.
- Mientras, en un vaso grande ponemos el resto de la leche, la maizena y las yemas de huevo. Con unas varillas pequeñas mezclamos bien.
- Cuando empiece a hervir la leche que tenemos en el cazo, añadimos el contenido del vaso y subimos un poco el fuego. Removemos constantemente hasta que espese la crema. En un par de minutos estará lista.
- Apartamos del fuego y reservamos en un bol hasta que se enfríe por completo.
- Si lo preferís, en lugar de con crema pastelera, los podéis rellenar de nata. En este caso necesitáis 400 ó 500ml. de nata para montar bien fría y 2 ó 3 cucharadas soperas de azúcar (dependiendo de lo dulce que os guste). Empezáis a montar con las varillas eléctricas a velocidad alta, y cuando vaya cogiendo cuerpo, lo ponéis a velocidad máxima. En 2 ó 3 minutos la tendréis montada.
- Ponemos la crema en la manga pastelera, preferiblemente de boquilla redonda pequeña (agujero de unos 0,5cm. de diámetro). Cogemos una porción de hojaldre e introducimos con cuidado la boquilla de la manga en uno de los laterales. Rellenamos. Y así sucesivamente hasta rellenarlos todos.
- Rellenarlos con la manga pastelera es lo más fácil del mundo, pero si no tenéis, siempre podéis recurrir al método rudimentario de poner la crema en una bolsa dura (de las que usamos para congelar alimentos) y cortarle una de las puntas. Hacemos un agujerito en un lateral del hojaldre con el extremo de una cuchara o tenedor (o con algún instrumento que sea redondo) y vamos rellenando. A mí, personalmente, este método no me gusta nada, ya que es bastante complicado poder manejar la bolsa con soltura. Pero bueno, a falta de pan, buenas son tortas, ¿no? Ahora, nada más podáis, haceros con un manga, ya que son bastante económicas y dan muy buenos resultados.
- Una vez los tengamos todos rellenos, espolvoreamos por encima una cantidad generosa de azúcar glass. Para hacerlo, por favor, no lo echéis directamente del bote, que eso queda muy feo. Gastad un tamiz o bien, echáis una cucharada sopera en un colador y le vais dando golpecitos hasta cubrir toda la superficie de los hojaldres.