Durante la segunda guerra mundial, por su origen judío, fue enviado al campo de trabajos forzados de las minas de cobre de Bor (Serbia). En 1944, el ejército yugoslavo, liderado por Tito, avanzó hacia el norte y el grupo de más de 3000 judíos húngaros, del cual Radnóti formaba, parte fue obligado a retroceder hacia Hungría central. El viaje fue un periplo duro y lamentable que costaría la vida a la mayoría de ellos, por el pésimo trato recibido. Sin apenas comida, debilitados y sufriendo frecuentes palizas, muchos caían enfermos o eran directamente ejecutados. Radnóti continuó escribiendo poemas, algunos sobre sus amigos que iban siendo asesinados, otros dedicados a su esposa, relatando las condiciones en las que vivían él y sus compañeros, hasta que un día, un oficial borracho, molesto por su continuo garabateo en la libreta que Miklós siempre llevaba encima y en la cual escribía su poesía, le proporcionó una severa paliza que lo dejó malherido, para ser posteriormente ejecutado y enterrado en una fosa común cerca de Győr, en 1944, a los 35 años de edad.
Meses después, tras finalizar la guerra, la fosa fue localizada y los cadáveres exhumados. Así encontraron la libreta de Radnóti, que sería su obra póstuma y donde narraba la tragedia que sufrió, siendo ademas de las pocas obras que lograron conservarse durante el holocausto. En el lugar de su fallecimiento se alza una estatua (en la localidad de Abda), y sus restos descansan en el cementerio de Fiumei út de Budapest.
Una de sus poesías fue transformada a canción hace algunos años por el músico húngaro Szabó Balázs, y es una de mis canciones en húngaro favoritas. Os la dejo a continuación: