Editorial Emecé ~ 950042519-X
En la bella ciudad de Kamakura, una mujer que oculta una mancha en uno de sus pechos, manipulará los preciosos objetos de un rito, que trasvasarán como fantasmas, el peso del erotismo, de una generación a otra. Y así, el joven protagonista heredará las obsesiones amorosas de su padre muerto, que era un experto en la ceremonia del té.
Mil grullas en vuelo aparecen a lo largo del relato como misterioso auspicio…
La complejidad de la narrativa japonesa
Mi primer autor japonés, el primero que leo. Y dios, qué encantada que he quedado. El Sembazuru (mil grullas en origami unidas por una cuerda) es el título original de esta novela. Se cree en el mito japonés que cualquiera que fabrique estas mil grullas, uno de estos pajaritos de papel le cumplirá un deseo, como una vida larga o la sanación de una enfermedad.
Al parecer puede parecer una historia simple, donde no pasa nada. Pero en ella se esconde una trama de silencios, palabras no dichas, ritualidad, tristeza, culpabilidad y arrepentimiento. No vas a encontrar acción ni un ritmo trepidante (lo que me parece una chorrada que se tenga en cuenta estos días) una historia pausada, corta, dramática y muy triste. Siempre he creído que los autores japoneses tienen una concepción totalmente diferente de la novela y la narrativa, que su forma de tratar a las personas, sus vidas y acciones es completamente distinta. Puede parecernos anormal o falto de lógica, pero es una cultura completamente diferente que cuando no se nace en ella, es por lo menos muy difícil poder comprenderla del todo.
En esta novela se le da una relevancia importantísima a la tradicional ceremonia del té. De estos objetos rituales que han pasado de generación en generación y son de gran valor para sus poseedores. Los tazones shino, los tazones Raku, la Jarra Shino, el tazón oribe y el tazón Karatsu tienen un significado especial, depende su fabricación,antigüedad y a quién haya pertenecido. Muchas veces los personajes giran en torno a lo que suceda con ellos. La narrativa es suave, delicada, muy poética pero por ello no es enrevesada e incomprensible. La sensación que te queda al leerla es curiosa. Es decir, no es hueca, pero a veces no me sentía identificada y eso hace lo curiosa de la narrativa japonesa, que nunca la terminas de entender.
Sé que este libro no es para todo el mundo, pero a mi me ha encantado. Me encontré este libro por sorpresa en la biblioteca mientras rebuscaba uno de Haruki Murakami, pero al ver este tuve que llevármelo y me alegra haber empezado leyendo literatura japonesa con un Nobel. Me fascino la forma de narrar de Yasunari Kawabata y sé que leeré muchas más novelas de el. Un libro triste, trágico e irónico.