¿Cómo conociste el Centro Puente de Vigo?
“A través de un amigo, el compañero con el que empecé a practicar handbike hace unos meses. Nos compramos la bici y un amigo suyo le comentó que íbais a hacer la presentación en Vigo. Fuimos y allí fue donde conocimos a Joan Rodríguez, a Isidre Esteve y, en definitiva, donde empezó todo. Quedamos que, una vez pasado el verano, empezaríamos a trabajar allí, ¡y aquí estamos los dos!”
Habías practicado algún deporte con anterioridad, baloncesto, y poco más… No hace mucho que entrenas
“Empecé con el baloncesto hace dos años y con la handbike el año anterior. Jugué durante una temporada y antes de acabarla, ya le comenté a mi entrenador que me había comprado una bici y que lo dejaba. Los deportes de equipo nunca me han tirado mucho, pero aquí en Galicia es lo único que tenemos. O eso, o el tenis. Y a mi me apetecia más lo de la bici y lo de correr sola, así que al final me decanté por ello. Busqué información y me compré una handbike, que la descubrí a través de una publicidad que me llegó. Hablé con mi ortopedía, la compré y dejé el baloncesto, porque me apunté allí para hacer algo pero, en verdad, aquello no era lo que me gustaba.”
No estabas muy habituada a practicar deporte.
“No, no había hecho nunca nada por mi discapacidad, ni en el colegio ni en el instituto. Supongo que tampoco tenía demasiada información y otra razón fue porque, por razones de la vida, yo tampoco tenía demasiada libertad, no podía salir libremente de mi casa porque no estaba adaptada y eso siempre da más pereza a la hora de salir, porque te cuesta más bajar las escaleras, coger el coche… No te planteas muchas cosas. Vas a trabajar y punto, aunque después, cuando ya tuve la entrada adaptada, con la silla, ya buscas más cosas para hacer, para entretenerte y demás.”
Antes viajar te daba cierto pánico y ahora, el hecho de competir, te ha abierto las puertas a ello y a conocer nuevos lugares.
“Sí, aunque la verdad es que no salgo mucho, nunca me ha gustado demasiado. Si que había hecho algún viajecillo, pero siempre acompañada por alguna amistad. Pero al viajar sola, siempre me daba algo de miedo encontrarme alguna barrera o subir al avión, y más con los problemas que se oyen últimamente de ciertas compañías: que si te rompen la silla o que si te la pierden. Y más allá de todo esto, después están los gastos. Pero al final, la gente te empieza a animar y finalmente te dices: ‘¡Pues vamos!’. Y por suerte, no me ha pasado hasta el momento nada malo
En fin, volvamos al Centro Puente de Vigo donde entrenas, ¿qué es lo que te aporta?
“A parte del nivel deportivo, en el que he vivido una gran temporada, por ejemplo el tema de la electroestimulación ni lo conocía. Para mis piernas va genial. Tampoco es que vaya a levantarme y a salir a corriendo, pero para mantener algo de musculación y fuerza es perfecto. En el hospital, los meses que estuve en rehabilitación para nada te lo cuentan, ni mejoras nada, ni te hacen ningún ejercicio específico para lo que tú tienes. Y en cambio, en el Centro Puente consigues más estabilidad en la silla y notas mejoras, estoy contenta. Luego a nivel deportivo, Joan me ha ayudado mucho en las carreras este año. A lo largo de esta temporada, todo el mundo me ha dicho que he mejorado mucho en handbike desde mayo hasta la última que he hecho este año… y eso es gracias a él, si no le hubiera conocido a él y al Centro Puente, estaría entrenando a mi aire y buscándome la vida. Cuando vas allí te lo pasas bien, hay un ambiente genial y conoces a gente. Y la verdad es que estamos todos muy contentos, allí pasamos siempre un buen rato.”
Y tu ejerces un poco el rol de “hermana mayor”.
“Bueno, hay gente que quizás va un poco perdida, que acaba de quedar en silla y como tengo un blog sobre discapacidad y dispongo de información, intento ayudarles un poco. Imagínate que tienes que buscar por primera vez una silla de ruedas, ¡no sabes ni lo que hay en el mercado! Pues básicamente es eso, les aconsejo a la hora de comprar una silla o de cómo adaptar un coche. Hay una chica que, antes del accidente, tenía un coche con cambio manual y le dijeron que no lo podía adaptar, que tenía que comprarse un coche automático, lo cual es mentira. Pues intenté ayudarla en lo que pude, y si hace falta se busca más información. Estoy contenta con el Centro Puente, lo pasamos bien. Ahora, el próximo día 7 nos vamos a dar un paseíto por el monte para celebrar el ‘Día de la Discapacidad’ y así vamos organizando cosas que seguramente tu sólo no harías. Y lo pasamos bien. Y luego Joan personalmente me está ayudando mucho para buscar patrocinadores y cosas para la bici, manteniniento…. La verdad es que me ha ayudado mucho, es como un team manager”
Vaya, que eres la embajadora número uno del Centro Puente. ¿lo recomiendas?
“Sí, absolutamente sí, a todo el mundo y siempre. Además, como soy un poco conocida a través de mi blog y de mi página de Facebook pues siempre intento, en la medida que puedo, difundir lo que se hace allí, que la gente lo conozca y que se animen a venir. Hay gente que ya empieza a conocerlo, aunque aquí hay el problema del transporte adaptado y hay muchos que todavía no pueden venir. Hay alguna organización que está esperando poder comprar un vehículo adaptado para traer más gente al gimnasio. Es darse a conocer, yo estoy muy contenta con ello y espero que más gente lo conozca y que también les pueda ayudar.”
A pesar del poco tiempo que llevas entrenando y compitiendo con la handbike, tus resultados son increíbles.
“Fuí a la media maratón de Vigo, la primera carrera de esta temporada, a la que me acompañó Joan. Normalmente en las carreras populares la organización nos pone un acompañante, pero en ésta ocasión, como era en Vigo, Joan les pidió permiso y finalmente me pudo acompañar él. Fue una preparación para la primera prueba de la Campeonato de España de Ciclismo Adaptado que se hizo en mayo en Ciudad Real, donde quedé subcampeona en crono y ruta. La siguiente fue en Euskadi, en la Bira Paralímpica, una carrera que ya es puntuable a nivel internacional, y gané mi categoría y la general. A partir de ahí, las demás ya me daban más miedo porque tenía que ir en avión, ¡porque sólo había ido una vez antes en avión! (risas). Pero nada, en la Bira, la organización se portó genial con nosotros porque a pesar de que el alojamiento alejado de la carerra, nos llevaron y nos trajeron, fue genial. Luego fuí a la de Barcelona, donde me acompañó Joan y donde pude conocer el Centro Puente de Sant Cugat, lo cual fue increíble. Y también aprovechamos para hacerme una prueba de esfuerzo en Bellvitge y para quedar con el chico que fue mi primer asistente personal con la ley de dependencia. Hacía varios años que no lo veía y aprovechamos para quedar. Posteriormente fuimos al Critérium de Jerez, también internacional, fue la primera vez que se hizo y corrimos en el circuito de Jérez, ¡fue una pasada! Allí también gané. Y la última fue en la Vall d’Uxò, que corriamos en un velódromo. Gané.Las demás fueron por aquí, la media maratón de Pontevedra, que era el segundo año que la hacían, otra de 15 kilómetros cerca de donde vivo, en A Guarda, que no es para nada recomendable para hacerla en handbike por los desniveles del 10 o el 15% que hay, que en el handbike están prohibidísimos, pero la hicimos. Fue una locura, pero lo pasamos bien. Es una matabrazos y me gustó mucho. Además la organización nos regaló una botella de vino del Rosal con nuestro nombre en la etiqueta. Normalmente la habría regalado a algún familiar, pero cuando llegué a casa y vi mi nombre, me dije que aquella no la podía regalar, ¡no todo el mundo tiene una botella con su nombre!”
Tu intención para el próximo año es probar suerte en algunas competiciones internacionales, ¿verdad?
“Sí, este año me gustaría poder hacer la Copa de España entera, aunque todavía no sé el calendario. El año pasado hubo dos pruebas en Murcia y dos más en Barcelona, y sólo pude ir a Barcelona porque no me pude pagar las de Murcia y me quedé sin el maillot. El próximo año hacen una prueba del Europeo en Castelldefels, en la que quiero participar, al igual que otra que hacen en Francia en abril. Luego quiero ir también a la Copa del Mundo de Suiza y otra en Italia, ya que aquí en España no hay pruebas puntuables a nivel internacional, salvo la de Bilbao y la de Castelldefels, por eso hay que salir fuera.”
Los gastos para competir en carreras internacionales se multiplican, sin embargo la ayuda de las federaciones y las administraciones, en este sentido, son casi nulas, por no decir inexistentes.
“Si pides ayudas te dicen que se las pidas a la Xunta y para pedir ayudas a la Xunta tienes que haber ganado un Europeo o una Copa del Mundo… ¡Pero si no puedes viajar cómo vas a conseguir una medalla o puntuar en algo! Es una pescadilla que se muerde la cola. Eso por parte de la Xunta, la Federación tampoco te ayuda en nada. Pagas la licencia, porque tienes que estar federado, pero de ayudas ninguna y además aquí en Galicia no organizan nada. Ni tienen pensado hacerlo. Hoy me enviaron un correo pidiéndome mi currículum deportivo, aunque la coña es que me preguntaron en qué club tenía la licencia. Y he pensado: ‘¡pero si sois vosotros los qué la tramitáis!. Pero bueno, ¡esto es lo que hay!”
Deportivamente hablando, ¿qué te gustaría hacer en un futuro?
“Ahora mismo ir a competir en alguna prueba de fuera. Aquí en España somos pocas mujeres. En una carrera de treinta, quizás seamos cuatro o cinco. Ahora me apetecería ir a competir fuera y saber realmente qué nivel tengo, me gustaría ver a deportistas mejores, ¡qué las hay! Porque llevan muchos más años entrenando que yo, eso creo que siempre te anima a entrenar más y a seguir esforzándote.”
Quizás muchos lo desconozcan, pero empezaste en el handbike apenas hace un año, tu evolución en este terreno y teniendo en cuenta los resultados que has conseguido hasta la fecha puede ser increíble, de largo recorrido.
“Sí, es que acabo de empezar. A ver lo que consigo este año, creo que todo se puede mejorar. Si hubiera empezado antes quizás estaría más lejos pero tampoco pienso mucho en ello, porque son cosas de la vida y nunca es tarde. En este deporte tampoco hay jovencitos. Hay gente bastante mayor. Vamos a ver qué se puede hacer. Aún hay tiempo.””
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