El desfile de moda masculina se inventó en 1952. cuando Gaetano Savini, cofundador de Brioni, decidió tentar a los compradores que habían acudido al Pitti que las colecciones de alta costura eran algo diferentes.
El concepto de Savini era francamente revolucionario, reclutó a Angelo Vittucci para para llevar una docena de trajes mientras trabajaba en los departamentos de compras de grandes almacenes. La estrategia funcionó y Brioni se convirtió en la primera casa italiana de sastrería que entró en los Estados Unidos. En este último desfile, bajo la dirección creativa de Brendan Mullane, el espíritu revolucionario de Savini todavía era un persuasivo aroma que impregnó el ambiente.
El concepto de Mullane era vincular la forma de la Escuela Española de Equitación de Viena con la Wiener WerksTätte. De ahí que sus modelos en vez de desfilar, galoparan sobre la moqueta que sirvió de referencia la pasarela.
Los modelos con abrigos con cinturón en cashmere con destellos de color rojo en el cuello o en una variedad de trajes y chaquetas en cuadros. Los tejidos en concepto slim y con grosor fueron una gran parte de la colección, algunos patrones inspirados en formas arquitectónicas o en el trabajo del hierro forjado.
Muchos de los 50 conjuntos que ofreció Brioni en el desfile se basaban en capas, camisas con alfiler en el cuello, con corbata, rematado con un jersey y chaqueta, suéteres de cashmere, algunos con polvo de 24 kilates, pantalones con pinzas. Como detalle del lujo y creando un toque inesperado una gabardina con cinturón en cocodrilo.