Bienvenidos a Fendi, porque esto es realmente Fendi. Hacía años que Lagerfeld no le daba a la casa italiana lo que pedía a gritos desde hace tiempo aunque haya tenido que incurrir para ello en el uso a veces indiscriminado de las pieles incluso de forma primitiva y supersuestas de forma algo basta como si de patchwork se tratara. Algunos abrigos son excesivamente estridentes y pero otros (pase seis) son una delicia. Aunque la paleta de colores no me entusiasma ni mucho menos hay momentos brillantes como la mezcla del marrón y el amarillo o , de repente, una falda azul por la rodilla de ante, con caída perfecta (pase ocho) , uno de los varios pases que me recordaron vagamente a Loewe en sus proporciones, cortes y colores.
Todas las chaquetas y casi todas las faldas son prendas que toda mujer querría tener en su armario, prendas que llevas una y otra vez, durante años. Los vestidos del final simplemente quitan la respiración : delicados, atemporales , elegantes y con caídas de ensueño , como el último vestido-abrigo ceñido en la cintura. Una colección muy París en mi opinión.