Carlos Borromeo fue Arzobispo de Milán, un personaje que esta muy presente en la ciudad. Tanto es asi que está enterrado en el Duomo, la magnifica Catedral gótica milanesa. Un buen sitio, difícilmente mejorable para un clérigo, en el que reposar el resto de sus días. La magnífica caja de plata de la cripta es regalo de nuestro Felipe III...