Bitches Brew no sería el primer disco en el que Miles fusionara su música, pero si que es uno de los más grandes que a llegado a grabar. La época de grabar con un cuarteto o un septeto ya había acabado para el, llegando a contratar a músicos de sesión para grabar distintos temas del disco. Crear ambientes diferentes en cada una de las canciones. Dentro de la formacion que iria de gira para tocar con el en directo ya empezarían a sonar con más frecuencia nombres como Chick Corea, Herbie Hancock o John McLaughlin...
Al igual que todas sus grandes obras, Miles Davis se fue con un par de ideas y dejo que la música fluyera dentro de las grabaciones, sabiéndose rodear todo el momento con el músico exacto que el quería para cada canción, desde el principio con "Pharaoh's dance" o la propia que da nombre al disco "Bitches brew", las más largas del disco con momentos realmente espectaculares. Escucharlas es como meterte en un laberinto, al principio siempre andarás totalmente perdido, luego compruebas que muchas puertas dan al mismo sitio, pero si empiezas a saborear cada una de sus notas vivirás uno de los momentos más espectaculares que hayas tenido dentro de el mundo de la música. Para al final terminar saliendo pero con el buen sabor de volver a entrar.
Desde la propia portada, pasando por el elenco de músicos que le rodean en una de sus mayores obras. Siendo uno de sus riesgos mayores que tuvo en su carrera músical, donde cada nota que llegaba a tocar o componer era pura poesia. En la edición de 1999 se incluyo una cancion que quedo fuera del disco en su día, "Feio".