Miles Davis - Live-Evil (1971)

Publicado el 07 enero 2021 por Moebius

#Músicaparaelencierro. La encarnacion del diablo presentada en el blog cabezón por Torrentinto. Entre Jimi Hendrix y el funk de Sly & The Family Stone, pero sin dejar de ser jazzero, libre y melódico, "Live-Evil" es un álbum de grabaciones en vivo y de estudio, partes del álbum incluyen música del concierto de Davis en Cellar Door en 1970, que el productor Teo Macero posteriormente editó y ensambló en el estudio. Se interpretaron como improvisaciones largas y densas al estilo jazz-rock, mientras que las grabaciones de estudio eran interpretaciones de composiciones de Hermeto Pascoal. Acompañado por el mismo Hermeto, Ron Carter, Dave Holland, Chick Corea, Herbie Hancock, Airto Moreira, Michael Henderson, Jack DeJohnette, John McLaughlin, Gary Bartz, Keith Jarrett y Steve Grossman, el disco entero es un manojo de genios.
Artista: Miles Davis
Álbum: Live-Evil
Año: 1971
Género: Jazz fusión
Duración: 1:40:48
Referencia: Discogs
Nacionalidad: EEUU
Miles Davis en pleno viaje lisérgico. "Live-Evil" es un buen complemento para entender la experimentación sonora y su acercamiento a las composiciones de Hermeto Pascoal en aquella época. Tal vez el período de Miles más difícil de escuchar, pero también el que demuestra qué tan lejos podía llegar en su búsqueda de modernidad y actualización constante.

Vamos con una introducción a esta genialidad...

¿Qué hacen una sesión de estudio junto a un directo en una misma edición, cuando fueron grabadas con diferentes conjuntos e interpretando un repertorio muy diverso? La respuesta posiblemente sólo la tenga Miles Davis, muy acostumbrado a incluir temas de diferentes años y formaciones en un mismo disco, sin que sepamos muy bien el porqué y sin que se aprecie una coherencia entre una pieza y otra.
Además, como el sello Columbia Records también propuso recopilatorios y reediciones no muy respetuosos con la cronología, se hace muy complicado determinar la evolución exacta del gran trompetista. En Live-Evil, el primer disco reproduce algunos de los temas grabados en un concierto ofrecido en el Cellar Door, el 19 de Diciembre de 1970, en el que Miles Davis estuvo acompañado por Michael Henderson, Jack DeJohnette, John McLaughlin, Gary Bartz, Keith Jarrett y Airto, un septeto excepcional con el que propone unas enérgicas piezas entre jazz-rock y jazz-funk y que, en cierto modo, prefiguran el futuro interés de Miles Davis por el funk. De hecho, algunos de los temas más funkys, con más groove, de los que grabó en los 70, están aquí incluidos, con mención especial para What I say.
El segundo disco de Live-Evil incluye tres temas grabados en diversas sesiones de estudio, de Febrero a Junio de 1970, interpretados por un conjunto formado por Ron Carter, Dave Holland, Chick Corea, Herbie Hancock (sólo dos teclistas esta vez), Steve Grossman, Gary Bartz y Hermeto Pascoal.
En estos tres cortes sigue explorando la fusión de jazz y rock que caracteriza ese periodo de su discografía, aunque se aprecia claramente que esta es una obra de transición. Live-Evil es recomendable, pero no es uno de los imprescindibles de Miles Davis. Muestra destellos de genialidad, pero los extensos fragmentos de más de veinte minutos no siempre mantienen el interés de principio a fin, de modo que el oyente se enfrenta a pasajes fascinantes conectados por otros un tanto confusos.

Un Planeta de Sonidos


La discografía de Miles Davis, una de las mentes más creativas del siglo XX, cambió el rumbo del jazz y acuñó álbumes tan indiscutidos como fundacionales, de los más resonantes en la historia del jazz y de la música toda.El cambio de década de los sesenta hacia la de los setenta es una etapa especialmente interesante en la carrera del trompetista Miles Davis, un músico que puso patas arriba el Mundo del jazz una y otra vez a lo largo de su carrera. En esos momentos el jazz hacía ya varias décadas que había dejado de ser la música popular por antonomasia. En concreto, y aunque el alejamiento del gran público ya venía de antes, la década de los 60 fue una etapa complicada merced a la irrupción del free jazz. Los planteamientos de ese género para unos, que eran carencia para otros, terminaron por descolocar a una parte muy importante de los aficionados. Si bien Miles no llegó a sumergirse en esta corriente, su Segundo Gran Quinteto con Herbie Hancock, Wayne Shorter, Ron Carter y Tony Williams creó una música cercana a esa corriente. De un modo casi natural en cuanto a la libertad otorgada a los músicos, a finales de los sesenta se produjo su inmersión en la fusión del jazz y el rock. El resultado fueron unas obras que le permitieron acercarse a un púbico nuevo, terminar de enfadar a parte de los aficionados al jazz y lograr incluso un repudio que continuaría hasta el final de su carrera, conseguir grandes ventas, y actuar frente a nuevas audiencias. Uno de los grandes méritos en este cambio de orientación fue que logró hacerlo creando un puñado de obras maestras, rompiendo en apariencia con lo anterior, aunque en el fondo el cambio se realizó sin renunciar a lo que ya practicaba desde hacía casi una década. De ese modo en apenas cuatro años publicó otras tantas obras imprescindibles: In a Silent Way en 1969, Bitches Brew en 1970, A Tribute to Jack Johnson en 1971 y On The Corner en 1972. A la sombra de tal cantidad de obras maestras quedan ocultas otras como Live-Evil, LP (y CD) doble grabado a lo largo de 1970 y que Davis concibió inicialmente como una continuación de Bitches Brew. Editado como una obra de ingeniería sonora por Teo Macero, el productor habitual de Davis en Columbia, los temas más breves fueron grabados en estudio en febrero y junio, mientras que los más extensos lo fueron en directo en el Cellar Door de Washington en diciembre de ese mismo año. En el disco sorprenden y a su vez se complementan magníficamente las dos caras mostradas por el trompetista. Grabadas en estudio, “Nem Um Talvez”, “Little Church” y “Selim” mostraban unas magníficas melodías expuestas con una singular delicadeza, junto a la bluesera “Gemini / Double Image”, heredera directa de la música de Hendrix. Por su parte los temas grabados en directo (y construidos a partir de extractos de cinco temas diferentes), especialmente “What I Say”, “Sivad” y “Funky Tonk”, mostraban una fiereza inusual que no era nada más que un fiel reflejo de la potencia del directo del trompetista. Allí estaban algunos músicos fundamentales en esa década y las siguientes como el incisivo guitarrista John McLaughlin, Jack DeJohnette (baterista con un beat implacable), Keith Jarrett (al piano eléctrico y órgano) o Airto Moreira, junto a otros como el saxofonista Gary Bartz y el potente bajista Michael Henderson. Al contrario que las de estudio, las recomposiciones en directo se extendían por encima de los quince minutos con lo que permitían apreciar la capacidad del grupo de reinventar esos temas aportando elementos propios de las jam, el rock, el funk o incluso de la fusion, y que a su vez servían para anticipar lo que el jazz traería a continuación.

Reseña publicada el en número 24 de la revista Ritmos del Mundo en la sección “La vereda de los ritmos”.

 Y le entramos a esta belleza antes de seguir con otras maravillas de este fantástico mundo musical que se despliega entre las páginas del blog cabezón. A Disfrutar!!!
Lista de Temas:
1. Sivad. 15:13
2. Little church. 3:14
3. Medley: gemini/ double image. 5:53
4. What I say. 21:09
5. Nem um talvez. 4:03
6. Selim. 2:21
7. Funky tonk. 23:26
8. Inamorata and narration by Conrad Roberts. 26:29
Alineación:
- Miles Davis: Trompeta.
Michael Henderson: Bajo.
Jack DeJohnette: Batería.
John McLaughlin: Saxofón.
Gary Bartz: Saxofón.
Keith Jarrett: Órgano.
Airto Moreira: Percusión.
Ron Carter: Contrabajo.
Dave Holland: Contrabajo.
Chick Corea: Piano
Herbie Hancock: Piano
Steve Grossman: Saxo
Hermeto Pascoal: Percusión y Batería.