Miles de sevillanos han asistido a la tradicional procesión del Corpus, día festivo en la ciudad, en la que a primera hora de la mañana se celebra una de las procesiones más importantes del año con una decena de pasos, entre ellos el de la Custodia de Arfe.
Esta enorme custodia de finales del XVI, labrada por Juan de Arfe en trescientos kilos de plata y con tres metros de altura, es la parte central de la procesión, en la que desfilan representantes de todos los estamentos y cofradías de Sevilla.
El bullicio propio del Corpus, en el centro de Sevilla, se nota desde la víspera, ya que en la tarde de ayer numerosos sevillanos y turistas visitaron los altares que se erigen en las calles y plazas más céntricas con motivo de esta festividad, que también lleva a engalanar escaparates y balcones, los mejores de los cuales son premiados por el Ayuntamiento.
Las temperaturas este año han sido más benignas de lo habitual en estas fechas y la procesión ha transcurrido con una temperatura muy agradable, fresca para lo que es habitual en estas fechas en la ciudad.
Sobre la juncia y al romero que alfombra el recorrido de la procesión, el primer paso de la comitiva ha sido el de la imagen de Santa Ángela de la Cruz, que se incorporó a esta procesión hace solo cinco años.
Tras este paso, el de las Patronas de la Ciudad, Santa Justa y Rufina, unas tallas del XVIII que sostienen una reproducción de la Giralda, y después los pasos de San Isidoro, de San Leandro, y de San Fernando, Patrón de la ciudad, de la Inmaculada Concepción, y el del Niño Jesús, del imaginero Martínez Montañés.
Tras ellos los de la Santa Espina o Custodia Chica y finalmente la gran Custodia de Arfe, tras la cual han marchado las autoridades.