Millonarios a costa de los parados

Publicado el 09 agosto 2014 por Catalega @Catalega

Hace unos meses, el 25 de abril pasado concretamente, hablábamos en Desde el Caballo de las Tendillas de "El negocio del paro", y en ese artículo hacíamos referencia al que fuera número dos del PSOE en Andalucía, el cordobés Rafael Velasco y al que ha sido detenido esta semana por el fraude en los cursos de formación, el ex consejero socialista Ángel Ojeda.
Y del Sr. Ojeda decíamos que recibió más de 50 millones de la Junta destinados a la formación y que, en un solo día del 2012, fue beneficiario de 10,3 millones de euros en subvenciones; subvenciones que fueron firmadas por su cuñada, Teresa Florido, directora general de Formación Profesional para el Empleo de la Junta de Andalucía en aquella época. Algo cuanto menos curioso.
Pero es que la cosa no queda ahí, esta semana hemos sabido por el diario El Mundo que la Junta de Andalucía exoneró a 149 entidades, de justificar las ayudas recibidas, lo que permitió que estas, entre ellas UGT, CCOO y las empresas de Ángel Ojeda, pudieran seguir recibiendo subvenciones públicas.
Por eso ayer, un tal Miguel Ángel Heredia, coordinador de la Interparlamentaria del PSOE de Andalucía, no conocemos a nuestros políticos, decía que es el Partido Popular el que ha de dar explicaciones sobre el fraude de Ojeda, ya que este, en noviembre de 2013 recibió 5 millones en ayudas para la formación.
De verdad que alucino, entre todos se ayudan, unos a otros se dan subvenciones. Porque es verdad que la Junta exoneró al Sr. Ojeda de justificar las subvenciones otorgadas, pero también es verdad que en noviembre de 2013 ya se conocían las andanzas del ex consejero socialista. Lo que no sé es que habría dicho Miguel Ángel Heredia si el Gobierno central hubiera negado subvenciones a Ojeda en noviembre de 2013, seguramente habría hablado de persecución política.
Visto lo visto, solo me queda ratificarme en lo del negocio del paro en Andalucía. Una tierra en la que algunos se han hecho millonarios a costa de los parados, mientras el número de desempleados no deja de crecer. Lo más triste es que no sean esos desempleados los que den la espalda a esta gentuza y empiecen a cambiar el rumbo de la política andaluza, que ya es hora.