La ciudad de Sídney dio inicio al evento apagando sus luces a las 20H30 (09H30 GMT) en medio de una salva de aplausos de una pequeña multitud que se reunió para admirar el sombrío horizonte y el halo verde que rodeaba a la ópera de Sídney, como símbolo de las energías renovables.
Los organizadores de este evento esperan que cientos de millones de personas a través de más de 150 países apaguen las luces durante 60 minutos el sábado por la noche -a las 20H30 en hora local- en una muestra simbólica de apoyo para el planeta.
“Es muy emocionante”, dijo Jessica Bellamy, una habitante de Sídney. “Ha sido una noche muy inspiradora porque se trata de esperanza y cambio”.
Japón apagó sus luces poco después de Australia. Las iluminaciones de la Torre de Tokio fueron apagadas mientras que se invitaba a los visitantes a pedalear en bicicletas para generar energía iluminando así una obra de arte en forma de huevo.
En la capital china, las luces fueron apagadas en el Estadio Olímpico de Pekín “Nido de Pájaro”, mientras que en la zona comercial de Shanghai los edificios a lo largo del famoso Bund participaron en el evento.
El paisaje de Hong Kong parecía desvanecerse en medio de las sombras de la noche cuando las luces de neón y las llamativas pancartas publicitarias que habitualmente iluminan el cielo se apagaron, dejando al puerto en la oscuridad.
En Singapur, una multitud de cerca de 1.000 personas observaron el espectáculo desde una plataforma flotante, donde poco después tuvo lugar una vibrante representación musical.
Asimismo este sábado quedarán a oscuras el edificio del Kremlin de Moscú, la Torre Eiffel de París, la puerta de Brandeburgo de Berlín, las cataratas del Niágara, las murallas de Dubrovnik (Croacia), la Sirenita de Copenhague, la alhambra de Granada y la Puerta de Alcalá de Madrid, entre muchos otros edificios emblemáticos.
El año pasado más de 150 países participaron en lo que es la mayor manifestación ecologista del mundo, y este año el movimiento sedujo a países como Palestina, Túnez, Surinam y Ruanda.
En Australia, donde se originó esta campaña lanzada por la organización Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF), la ópera de Sídney y el puente de la bahía de Sídney fueron uno de los primeros monumentos a nivel mundial en apagar sus luces.
“Lo que comenzó como un evento en Sídney en 2007 con dos millones de personas, se ha convertido en una tradición en todo el país y en todo el mundo”, dijo Dermot O’Gorman, director de WWF en Australia.
“Creo que el poder de la ‘Hora del Planeta’ reside en su capacidad de conectar a las personas y conectarlas a un tema que realmente les importa, como es el medio ambiente”, expuso O’Gorman mientras que la ciudad estaba sumida en la oscuridad.
“La ‘Hora del Planeta’ es una muestra de que hay millones de personas en todo el mundo que quieren movilizarse”, añadió.
Mientras admiraba el espectáculo de personas cenando a la luz de las velas y de emblemáticos edificios sumergidos en la obscuridad, O’Gorman opinó que la “Hora del Planeta” ha jugado un papel importante en la concientización del uso de energía.
“La ‘Hora del Planeta’ siempre ha pretendido mostrar a la gente que todos tenemos el poder de cambiar el mundo en el que vivimos”, dijo O’Gorman.
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