Me ingresaron de inmediato y a las 16.00h ya estaba en la sala de dilatación de la mano de mi marido ¡¡Qué nervios!! Ahí es cuando realmente empieza todo… Estaba de 2 cm, muy poco para las contracciones tan fuertes que tenía, me fueron a romper la bolsa y de repente rompí yo aguas, a las 16.30h me pusieron la epidural porque ya tenía contracciones fuertísimas (de parto) pero es que pasaron las horas y a las 21.00h todavía estaba de 4cm! Mi ginecólogo, que por cierto se portó genial, me dijo que si a las 22.00h no estaba de 8cm me tendrían que hacer cesárea… Reconozco que ahí me desmoroné un poco, llevaba 12 horas en el hospital y 5h en la sala de dilatación, además de los nervios y el dolor… y es que aunque llevaba la epidural puesta, al parecer el problema era que el bebé, que sí tenía la cabeza encajada, la tenía un poco ladeada y empujaba en diagonal hacia el lado izquierdo, así que cada vez que tenía una contracción, sentía un dolor intensísimo en todo el lado izquierdo de mi cuerpo, desde la cintura hasta los pies…Me añadieron varias dosis de epidural, me iban cambiando la postura para que me hiciese más efecto en ese lado, y evidentemente sin todo eso habría sido peor, pero aun así lo notaba. Los cambios de postura también me los hacían para ver si el niño movía la cabeza al sentirse incómodo, pero nada… Llegaron las 22.00h y mi matrona (mi salvación!) junto con mi gine me comunicaron que iban a hacer un último intento antes de hacerme cesárea, ella intentaría colocar bien al bebé, ¿cómo? Pues ya os podéis imaginar… Solo os diré una cosa: Mi marido me dijo al terminar que no sabía que yo era tan fuerte y que estaba orgulloso de mí. Pero chicas, es que en ese momento lo eres, ni te lo piensas.Finalmente lo pudo colocar, terminó el dolor y a las 11.30h estaba de 8cm!
Me pasaron al paritorio…El equipo una pasada! Iba tan grogui con la anestesia que me reí un montón mientras que “me preparaban”! De repente, “Miriam, ha llegado la hora, cada vez que notes que viene una contracción coges aire, y empujas todo lo fuerte que puedas”, luego la matrona al anestesista: “¿Me ayudas?” y veo que apartan a mi marido y se me pone uno a cada lado, yo no entendía nada…Vale, iban a hacer lo que alguna vez me habían contado y nunca pensé que me fuera a tocar a mí…en cada contracción, mientras yo empujaba, se me tiraba encima cada uno por un lado empujándome con el brazo y los codos, y mis costillas sí las sentía!! Y que me perdonen, no es que dude de su trabajo, es que en ese momento pensaba que me las iban a romper! Luego paran y me indican que van a tener que utilizar una ventosa para ayudar a que nazca, por suerte bastó con la más pequeña y la menos agresiva… vuelta a empezar, y de repente…………………….. 30 de Diciembre , 00.30h: Un llanto, mi bebé encima de mí, mi marido al lado… ahora la que lloraba era yo, y se paró el mundo………Todas las horas, y lo que había pasado, ya no importa, lo pasaría una y mil veces más por vivir ese momento.
¿Un consejo? Haced todo lo que os digan los médicos, sed fuertes y apoyaros en vuestra pareja y vuestra familia. Y no os preocupéis, porque, en caso de que la cosa se complique un poco ¿Qué son 5, 9 o 12 horas en comparación a esa sensación inexplicable que se siente desde el primer segundo de toda una vida?¡Hasta la próxima!!