Manuel es un profesor universitario que llega a Fez, más o menos con el propósito de terminar una novela. Se aloja en Mimoun, un pueblo cercano, donde se dedica a beber, fumar hachís y a acostarse con personas de ambos sexos. Conoce a varios personajes, en procesos autodestructivos similares al suyo, de los que no termina de saber todo. El ambiente decrépito del pueblo, la calima y las actividades fantasmales, sospechosas y algo criminales que le rodean, van minando su débil personalidad a la deriva y terminan por espantarlo en un momento de lucidez autodefensiva.
Las ciento cincuenta páginas de esta siniestra y ambigua historia se pasan volando. Chirbes no escribía entonces tan bien como ahora pero sí ya muy bien. No me parece de sus mejores libros.