El origen de la mina se inicia con la llegada de los romanos y ha estado en explotación en distintas fases hasta su cierre definitivo en el año 1921. El Marqués de Bogaraya le vendió el coto minero a la empresa Sociedad Minera de Peñarroya (dos hermanos belgas). Su explotación se caracterizó por sus numerosos fraudes en la declaración de la cantidad y calidad del hierro extraído y la intervención final del estado. La mina fue muy rentable durante la Primera Guerra Mundial, pero el descenso de la demanda y los conflictos sociales posteriores provocaron su abandono.
Desde su cierre estuvo abandonada sirviendo simplemente como lugar de pastoreo para el ganado de la zona. Desde finales del siglo XX se recuperó para uso recreativo, primero de forma espontánea y después como valor turístico.
El nivel 3 recorre, con sus más de 161 metros, en paralelo y elevado 12 m sobre el nivel anterior, la misma parte de la Mina. En el tramo inicial, pequeñas galerías dan paso a andenes estrechos de mayor longitud. Andenes desde los que puede verse parte del recorrido realizado o cómo la vegetación viste de vida el camino. La última galería precede al fin de un viaje sobre una pasarela apoyada sobre un antiguo cargadero. Las higueras trepando aprovechan cualquier oquedad formada por la disolución de la roca. Formación de mineral en cualquier lugar, pequeñas estalactitas a la altura de la vista, muros de piedra increíbles adornados por helechos y verdín. Pequeñas infraestructuras dejadas por la antigua actividad minera. Hojas de higuera u oquedades en la roca rellenas de óxidos rojizos, vistas al contraluz, son acompañantes de una visita sorprendente.El nivel número 4, con sus 297 metros de longitud, es el de mayor recorrido. Situado a mayor altura que los niveles anteriores, en él también se suceden andenes, galerías y plataformas llenas de miradores, en los que la vegetación sigue presente. En las galerías de poca extensión y con formas caprichosas, los focos de luz ganan presencia a medida que el recorrido avanza. La oscuridad de los más de 70 m de su última galería, es conquistada por rayos de luz que penetran desde su boca de salida y por un balcón colgado a más de 25 m sobre la Sala de las Columnas, para dejarnos ver un arco de sostenimiento conquistado por una vegetación exuberante. En este nivel también puede disfrutarse de una panorámica de la mina “Monstruo”, observar a vista de pájaro la superposición de niveles recorridos como si de una maqueta se tratase, o cómo el antiguo cargadero de mineral, en el interior de la Mina, fue construido piedra a piedra. Higueras trepadoras que para vivir extienden sus raíces varios metros en busca de alimento. Nidos de barro de las colonias de aves roqueñas que aprovechan cualquier galería, o rapaces que sobrevuelan la despensa en la que se ha convertido la Mina.