Minari, Historia de mi familia; Humanidad y modestia

Por Victor Fernández.

Minari. Historia de mi familia (Lee Isaac Chung, 2020) narra la historia de David, un niño de 7 años de origen coreano, aunque nacido en Estados Unidos, que se muda junto a su familia a una granja en Arkansas a mediados de los años 80. Con el propósito de alcanzar el sueño americano con el cultivo de alimentos coreanos para la gran población que está emigrando al país, su padre provoca grandes cambios en la estabilidad de una unidad familiar que debe enfrentarse a las complicaciones de salir adelante en un lugar que no es el suyo. Minari, Historia de mi familia; Humanidad y modestia Con esta trama, íntima y muy familiar, Chung se fija de manera detallada en todos los miembros de la familia, poniendo el foco especialmente en David y su abuela materna, una mujer desordenada y caótica que llega de Corea para instalarse con la familia después de años sin verles. En esa pequeña ruptura de la rutina es donde Chung pone el ojo y donde desarrolla unos lazos hermosos a medio camino entre el drama y la comedia. Las pillerías de David con su abuela, así como la incapacidad de su abuela de comportarse como una "abuela real", según palabras de David, "ya que no sabe hacer galletas", es donde uno consigue intimar con ese núcleo y acompañarlo de la manera más humana posible en su difícil situación económica y de salud. Minari, Historia de mi familia; Humanidad y modestia El principal punto dramático de la cinta se encuentra en la enfermedad de corazón que sufre el pequeño protagonista. Lejos de la civilización, impulsados por el sueño del padre, el matrimonio sufre una crisis debido al miedo al posible empeoramiento de su hijo, así como al de perderlo todo por la inversión que el cabeza de familia, interpretado por Steven Yeun (Glenn en The Walking Dead), ha decidido hacer. En este aspecto, la película sabe tratar con modestia los problemas internos, pero también los carga en ocasiones de situaciones algo impostadas. Sobre todo hacia el final, cuando un hecho catártico resulta el culmen de los problemas que atraviesa la familia y les hace volver a unirse en cierto modo. Esa escena, de la que poco más vamos a contar, aunque todos sabrán situar al ver la película, se siente en exceso preparada y algo evidente en sus intenciones. Minari, Historia de mi familia; Humanidad y modestia
De todos modos, Minari resulta una película de gran agrado en su parte más humana y en los momentos de intimidad donde son los silencios los que hablan por sí mismos. También gracias a una cámara que mira a sus personajes con respeto y lo hace casi siempre desde la mirada del pequeño David, cayendo en este sentido en una sensibilidad algo inocente pero delicada. Aun así, también peca de algunos de los tics más habituales del cine independiente americano. Sobre todo porque la película sabe retratar bien esa confusión de unos inmigrantes en un entorno ajeno, con un espacio algo perdido que parece ser demasiado grande (o pequeño si nos metemos en el interior de la casa) para ellos, pero que cae en la tentación de embellecer en demasía con unos movimientos de cámara y un uso de la luz cercano a ese estilo Terrence Malick, intentando convertir de manera evidente el paisaje en poesía. Minari, Historia de mi familia; Humanidad y modestia Por suerte, esto no es así durante todo el metraje y Chung sabe también situar la cámara en la lejanía o mostrar los espacios como un lugar de posibilidades infinitas, pero también de inmensidad que engulle. Sin embargo, al estar contada desde la mirada del personaje más pequeño, la película nunca cae en gravedades ni se torna excesivamente dramática (aun con sus dramas demasiado previsibles y formulaicos), lo que consigue llevar al espectador por un visionado amable, nunca brillante, pero si pacífico y de cierto descubrimiento. Una película bonita, sencilla y que también permite ver que puede hacerse cine de habla no inglesa en Estados Unidos que muestre a una parte importante de la gente que forma parte de su construcción como país.

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##check## Lo bueno

Que no pretende nunca ser más ambiciosa de lo que es, lo que la hace una película honesta y pequeña, acorde al relato íntimo que narra.

##times## Lo malo

Que en ocasiones caiga en aspectos de guion algo fáciles para desencadenar conflictos o solucionarlos sin muchas complicaciones.

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Ambientación 7.0

Buena ambientación. El paisaje rural americano escogido por el cineasta actúa de manera perfecta como microuniverso donde los personajes se sienten algo perdidos y alejados de su verdadera casa.

Desarrollo de Personajes 7.0

Es delicado y casi todos tienen un desarrollo coherente.

Argumento / Guión 6.5

Es una película pequeña, con una historia íntima y que se centra en el desarrollo de sus personajes. Por ese lado todo bien, utiliza un humor tierno y sincero, pero hacia el final cae en ciertos dramatismo y caminos fáciles para encaminar todo hacia un punto concreto y demasiado buscado.