La hiperestimulación infantil le resta tiempo a nuestros niños para muchas cosas. Sobre todo, para el encuentro con ellos mismos, en el ahora. Ellos son los primeros en sufrir las consecuencias. Por esto, una buena solución es el mindfulness para niños.
La cantidad de pequeños que sufren trastornos de estrés y ansiedad aumenta vertiginosamente. Si no son tratados a tiempo, pueden llegar a convertirse en el camino directo hacia una depresión en la etapa adulta. El TDAH (déficit de atención e hiperactividad), los problemas para dormir y para concentrarse, la inseguridad, las preocupaciones no propias de su edad, los miedos, la inquietud,… se han convertido en graves problemas contemporáneos.
No sólo debemos preocuparnos al respecto, sino ocuparnos en resolverlo. Afortunadamente, todo tiene solución si se trata a tiempo. Así que, más que hablaros sobre meditación guiada para niños, nos tomamos un ratito, y hablamos sobre mindfulness para niños.
¿Por qué mindfulness para niños?
El ritmo de la escuela, las actividades extraescolares, las horas de ocio, y los atractivos y violentos videojuegos, ponen en tensión a nuestro niño; sí…puede estresarle y mucho.
Y así, movido por la desmotivación, vamos perdiendo ese potencial infantil que todos los niños llevan dentro y que deberíamos saber aprovechar. La capacidad de disfrute real, que los niños necesitan experimentar en esta etapa tan bonita de sus vidas, se pierde.
La meditación guiada para niños y el mindfulness infantil nos resultan herramientas valiosísimas para recuperar esta motivación.
¿La meditación para niños es igual al mindfulness para niños?
No. La meditación para niños y el mindfulness infantil comparten muchos puntos comunes entre sí, pero no son lo mismo.
La meditación se origina en la espiritualidad, la trascendencia universal.
Aunque el libro “Tranquilos y atentos como una rana” se centra en la meditación y no en el mindfulness, no puedo dejar de recomendarlo. Se trata de un libro que ofrece historias y ejercicios simples y breves que aporta beneficios inmediatos a los niños como mejoras en la concentración, reduce los problemas para conciliar el sueño, baja los niveles de estrés,…
Una técnica poderosísima para meditar son los mandalas. Descubrid todos sus beneficios en este post: Mandalas ¿conocéis sus beneficios?
El mindfulness, tiene su origen en la meditación Zen, pero es más psicológico; el permanecer conscientemente en el “ahora”, en la “atención plena” del momento presente; de nuestro cuerpo, pensamientos y emociones, y de lo que nos rodea. Una práctica meditativa creada para eliminar el estrés.
¿Para qué sirve el mindfulness infantil?
Es una técnica precisa que nos enseña a entrar en estado de relajación. Sin juzgar; nada es bueno, ni malo. Sólo observamos, sin identificarnos tanto con el pensamiento. Es como volver a ese estado infantil de “vivir el momento”.
El mindfulness llegó a Francia e Inglaterra, gracias al movimiento “hippie” y después a Estados Unidos, donde Jon Kabat-Zinn escribió varios libros sobre el tema (echad un ojo a éste: “Mindfulness en la vida cotidiana: Donde quiera que vayas ahí estás“). Después, Eckhart Tolle, lo repotenció (os recomiendo su libro “El poder del ahora“).
Ambos nos ayudan en la búsqueda de la consciencia plena, palpando el momento presente con nuestros cinco sentidos. Se complementan para desconectarnos de todo lo que hemos ido almacenando en nuestra mente y nos conduce hacia el estrés, el cansancio y el sufrimiento. La educación, la psicoterapia clínica y la holística se dan, finalmente, la mano. Y el estado del bienestar se enriquece.
¿Qué encontramos en el mindfulness?
El presente, es lo único que existe, y todo nuestro ser se repotencia en éste. Presencia activa, atenta y reflexiva, opuesta al “soñar despierto”.
Así, como seres humanos nos podemos mirar más profundamente, reconocernos en el otro, y entender, conscientemente, que todos estamos conectados entre sí y con el todo. “Sentirnos”.
Entonces, detectamos posibles estados de angustia, estrés o ansiedad. Procesamos positivamente, previniendo secuelas posteriores.
Beneficios terapéuticos de la práctica de mindfulness y niños
Al estar conscientes del “ahora”, podemos cambiar las conductas y actitudes negativas aprendidas, repetitivas.
Controlamos adicciones y enfermedades alimenticias, mejoramos el aprendizaje y la memoria, la percepción, la atención, la autoestima,… pues el mindfulness para niños equilibra las conexiones neuronales, y reconstruye la masa gris cerebral.
Os recomiendo el libro “Juegos mindfulness: Mindfulness y meditación para niños, adolescentes y toda la familia (Psicoemoción)”. En este libro se explica como el mindfulness fomenta el desarrollo de una serie de capacidades que nos permiten, a todos, relajarnos con lo que está ocurriendo en nuestro interior y a nuestro alrededor a través de seis tipos de actividades mindfulness concretas: concentrarse, aquietarse, darse cuenta, redefinir, mostrar interés y conectar. Podéis saber más en ESTE ENLACE.
Como técnica contemplativa, regula nuestras emociones, al aumentar la habilidad de autocontrol, desarrollando una conducta más amable y tolerante.
Favorece la disminución del estrés y la ansiedad; estimula la concentración, la paz y claridad mental, favorece el descanso y la empatía con los demás,… Científicamente, previene y evita recaídas en estados depresivos.
Las ventajas del mindfulness en el aula
En la escuela, ya es tema pedagógico de vital importancia, reemplazando al castigo. Igualmente se aplica en la mediación de conflictos, gestión de emociones, reducción de la ansiedad, de la dificultad para conectar con el cuerpo y las necesidades personales, el déficit de atención y el mejor tratamiento para la hiperactividad.
Literalmente, el mindfulness para niños “tomó” los colegios, mejorando el aprendizaje y las habilidades sociales de los niños y niñas. Ahora el castigo caduca ante la comprensión, el contacto interior y la reflexión de los actos. ¿Los resultados?… ¡maravillosos!.
Cómo prácticar el método mindfulness
En el mindfulness para niños de infantil, hasta los 6 añitos aproximadamente, hacemos juegos de relajación, como los cuentos, en un ambiente tranquilo, para favorecer el sueño.
Ya de 7 a 9 años, en el mindfulness en educación primaria, nos centramos en el control de la respiración, fijándonos sólo en ésta y las posturas corporales, cómo nos sentimos y otras actividades específicas.
En el mindfulness para niños, sólo importa que los pequeños se conecten con ellos mismos, y dejar correr, sin prestarles demasiada atención, los pensamientos.
Existe mucho material en el mercado para facilitar el mindfulness. Conseguiremos fácilmente talleres, juegos, guías y libros, apps en Android e iOS, como Mindfulness Daily, Smiling Mind, Headspace, videos… ¡lo que queramos!
De manera que, el mindfulness nos da la clave para transformar positivamente nuestra realidad y educar a nuestros niños para rendir más en el colegio, para ser felices,… y es clave para nuestro equilibrio emocional, mental, físico y espiritual en la etapa adulta. ¿Cómo no experimentar esta oportunidad de vivencia tan trascendental?.
“Cuando entras en el ahora, sales del contenido de tu mente. La corriente incesante de pensamientos se apacigua” Ekchart Tolle.
Buen día a tod@s!!