Así que aquí me tenéis de nuevo apurando hasta el límite y pasando la noche cocinando, fotografiando, degustando y escribiendo la receta... Hay cosas que no tienen remedio si eres una cronoyonki...
¿Y a quién hemos asaltado sin compasión este mes? Pues le ha tocado a un blog que sigo desde hace algunos años y cuyo nombre parece impronunciable a primera vista (y a segunda también jaja), con unas recetas tan ricas y sencillas como su propio nombre: Apfelstrudel Kuchen.
Tras darme unos cuantos paseos por su cocina sin saber muy bien qué llevarme, decidí elegir la receta guiándome por las fechas en las que estamos. Publicamos el 30 de octubre así que vamos a ver si tiene algo para Halloween... ¡Bingo! Al principio me decanté por los dedos de bruja, pero luego encontré estas mini pizzas momia que podían apañarme muy bien la cena del sábado... ¡Misión cumplida! ¡Ya podemos salir corriendo con nuestra receta bajo el brazo!
La verdad es que es una receta muy sencilla y divertida, con la que podéis sorprender a vuestros invitados si decidís celebrar alguna fiesta "terrorífica". Además son una buena opción tanto de picoteo como de plato principal porque no son nada pesadas. De la receta original hemos variado poco, solo le he añadido romero a la masa porque me pareció una pizza un poco sencilla. Y creo que fue un gran acierto, porque le ha dado un toque muy rico.
¡Muchas gracias Sandra por habernos dejado entrar en tu cocina y disfrutar de esta receta tan rica!
Ingredientes para la masa
- 250 gr. de preparado para pizza (harina con la levadura incorporada)
- 125 ml. de agua templada
- 3 cucharadas soperas de aceite de oliva suave
- 1/2 cucharada pequeña de sal
- 1 cucharada pequeña de orégano
- Salsa de tomate
- 5 aceitunas negras
- 5 lonchas de queso
Si queréis hacer la masa a mano o no tenéis batidora eléctrica os dejo el enlace a esta receta para que veáis como la suelo preparar yo. Nosotros esta vez estábamos perezosos y nos decantamos por la batidora :). Mete en el bol de la batidora la harina, la sal y el agua templada y bate durante un par de minutos.
Haz una bola con la masa, métela de nuevo en el bol y tápala con un trapo para que la masa fermente mejor. Deja que repose en una zona templada entre media y una hora para que leve. Pasado este tiempo, pon a precalentar el horno a 200ºC calor arriba y abajo. Espolvorea un poco de harina sobre la superficie donde vayas a trabajar y con la ayuda de un rodillo estira la masa.
Cubre cada círculo con un poco de salsa de tomate.
Corta el queso a tiras y colócalas sobre el tomate simulando unas vendas.
Dejar templar o enfriar por completo y ¡a disfrutar!