La brújula dorada / Philip Pullman ★★
Tenía intención de hacer una reseña extensa de esta novela, pero después de varios meses hay muchos detalles que se me han olvidado. Así que me tendré que conformar con esto. Matar un ruiseñor es una de mis mejores lecturas de este año, y ya ha pasado a formar parte de mi lista de libros favoritos. Seguimos los pasos y aventuras de Scout y su hermano mayor, Jem, en un pueblo ficticio de Alabama durante la Gran Depresión. A lo largo de la primera parte del libro los conocemos a ambos en profundidad y somos testigos de esos acontecimientos y pequeñas vivencias con las que día a día van madurando, siempre con la ayuda, comprensión y consejos de su padre, Atticus Finch. Narrado de una forma sencilla y pausada, nos sumergimos en su infancia gracias al retrato que hace de la vida familiar y del entorno más inmediato, pero también de esa comunidad sureña de la primera mitad del siglo XX. En la segunda parte seguimos el juicio de un hombre negro acusado de violar a una joven blanca, y la labor de Atticus como abogado defensor. Presenciamos la presión a la que es sometido por la mayor parte de sus vecinos, así como las burlas y desprecios que Scout y Jem tienen que soportar. Y es que esta es para mí la parte que más destaca y que mejor tratada está; la injusticia racial vista a través de la los ojos de dos niños que carecen de los prejuicios de toda una sociedad. Es una novela de aprendizaje que toca temas como el racismo, la diferencia de clases, los prejuicios, las leyes y educación, etc., pero en especial esa pérdida de la inocencia de la infancia. Una lectura maravillosa. Y recordad que matar a un ruiseñor es pecado.
El mago de Oz / L. Frank Baum ★★★★
Estamos ante uno de los libros que más veces he abandonado. En general disfruto mucho de los libros infantiles, pero por alguna razón El mago de Oz siempre me ha parecido demasiado simplón, con personajes muy planos. Después de los primeros capítulos -los más conocidos, supongo- perdía el interés rápidamente y lo devolvía a la estantería. Hasta que llegó El Día. No sé si estaba de un humor diferente o si los astros se habían alineado, la cuestión es que disfruté de todas y cada una de las andanzas de los protagonistas, del humor, de lo surrealista que es, de la ternura que desprende... pero también de lo inocentemente bestia que puede llegar a ser. En serio, la tranquilidad y naturalidad con la que se matan brujas y animales es para enmarcar. Llego a ser yo Dorothy y vuelvo a Kansas rogando por un psicólogo. En ese aspecto me recordó a los cuentos de hadas de los Hermanos Grimm, pero con muchísima más imaginación y, por otra parte, mensajes muchísimo más positivos. Sólo hay que ver a este grupo de inadaptados que no paran de infravalorase a sí mismos mientras demuestran en todo momento su valor, su corazón y su inteligencia. Lo tiene todo: amistad, superación personal, aceptación de uno mismo, asesinatos... En serio, una gozada. Y encima está Toto.