Mini Review…por César del Campo de Acuña
Tras visionar todas y cada una de las películas de la franquicia Arma Letal (1987-1998, todas ellas dirigidas por Richard Donner y protagonizadas por Mel Gibson y Danny Glover) no me podía olvidar del spoof de las mismas aparecido en 1993 con el sugerente título de Con el arma a punto en nuestras tierras (Loaded Weapon 1 en el original) dirigido por Gene Quintano (director de A mí que me registren y sobre todo guionista de films como Las minas del Rey Salomón, Loca academia de policía 3: De Vuelta a la Escuela y Operación elefante entre muchas otras) y protagonizada por Samuel L. Jackson y Emilio Estevez. Resulta evidente que esta cinta pretendía no solo subirse al carro de la parodias (como El silencio de los borregos de 1994, Distracción fatal del 93, Reposeida del 90 o Las Locas, locas aventuras de Robin Hood del 93), sino al del éxito de Hot Shots! (¡La madre de todos los desmadres!) (1991) apostando por Emilio Estevez (al que todos conocemos básicamente por ser hermano de Charlie Sheen a pesar de haber aparecido en películas más o menos señeras como El club de los cinco, Somos los mejores, Arma joven o La rebelión de las maquinas) como protagonista del spoof de Arma Letal que fue esta Con el arma a punto. Pero ¿saben qué? Aunque las comparaciones sean odiosas, la cinta dirigida (y guionizada) por Quintano aguanta muy bien gracias a su buen ritmo, gags realmente graciosos y a su falta de torpeza tras las cámaras a pesar de una evidente falta de personalidad por parte del director.
La trama gira entorno a una poco convencional pareja de policías (Jackson y Estevez), que investigan el asesinato de una compañera del cuerpo, la cual escondía de una organización criminal un microfilm que contiene una receta para hacer galletas de cocaína. Nuestros héroes entonces, no solo tendrán que encontrar al culpable del asesinato, sino que tendrán que parar los pies a la organización antes de que droguen a toda la nación con sus galletas, distribuidas por Las Chicas de la Naturaleza (una suerte de Girl Scouts). Ya les digo que se me hizo muy amena (ayudó que solo dure 84 minutillos) y en general, para ser uno de los pocos spoofs de aquella época que escaparon a mi radar (básicamente eran las únicas películas que mis padres me dejaban ver) lo he disfrutado bastante y no he notado que, más allá de sus referencias paródicas, haya envejecido mal. Me gusto ver a Kathy Ireland (la de la horrorosa Alien from L.A.), Frank McRae (un tipo que siempre me ha hecho gracia), a un pasadísimo Tim Curry y descubrir la vis comic de Samuel L. Jackson en una cinta que, aunque no sea la mejor de su género, es lo suficientemente divertida como para echar un rato.
Se llegó a estrenar en España (el 22 de diciembre de 1993) y llego a congregar en salas a 128.055 espectadores. No sé cómo funcionaría en el mercado doméstico, pero desde aquí les digo que al vídeo
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