Mini Review…por César del Campo de Acuña
xXx2 Estado de emergencia (xXx2: State of the Union – 2005)
Es cierto que a Cube, mucho antes de esta xXx 2 ya le habíamos visto en producciones bastante aceptables como Los chicos del barrio, Todo en un viernes o en cintas de acción como la fallida Torque: Rodando al límite pero nunca le habíamos visto como protagonista absoluto y mucho menos de una cinta de tiros y explosiones. El problema de Cube es que es un poco fanegas y aunque se preparó durante meses (o eso dice el, valla usted a saber si es verdad) para dar vida al durísimo Darius Stone, la barriguilla no se la pudo quitar lo que le da un aspecto un tanto cómico. Por otro lado se pasa toda la puñetera película poniendo cara de mala leche levantando ligeramente el labio en una triste imitación de Elvis con el ceño fruncido que, una vez más, da más risa que otra cosa. Por otro lado este xXx “más cabrón” (como el propio Samuel L. Jackson dicen al principio de la película), es el padre de alguna de las frases más ridículas jamás escuchadas como la que le dice a su “homie” Xzibit para enrolarle en su misión suicida (pandilleros contra militares…CASI NADA). Oh y por supuesto, como el protagonista es negro y encima ex cantante de gangsta rap (que ahora se marca comedias familiares y luego al estudio a grabar canciones diciendo que va a matar a no sé cuántos policías mientras guiña el ojo) va a tener que meter su morcilla racial (no sean mal pensado so marranos) con frases como: “llevo toda la vida pareciendo sospechoso”.
En fin, la trama de esta divertidísima comedia involuntaria o fallida cinta de acción de terroríficos CGI que han envejecido fatal, gira entorno a como el secretario de defensa (interpretado por ese señor con cara de dibujo animado que es Willem Dafoe) pretende hacerse con la presidencia de los Estados Unidos asesinado al presidente y culpando a los antiguos miembros de la unidad dirigida por Augustus Gibbons (Samel L. Jackson). Claro, este último no puede permitirlo y tras huir de las instalaciones secretas que dirigía montado en un coche de proxeneta de los 70 decide sacar de la cárcel militar en la que está a su antiguo protegido Darius Stone para que salve el día. A grandes pinceladas esa es la trama, la cual transcurrirá a base de fantasmadas (tanto verbales como físicas) por parte del Ice Cube y sus muecas, sueños onanistas de rapero (ese taller clandestino que parece más una sesión de fotos de la revista DUB que otra cosa) y Samuel L. Jackson tratando de salvar los muebles. Evidentemente, se la pego en taquilla pero aun así merece la pena verla por lo graciosa y ridícula que resulta de principio a fin.
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