Minimalismo mental: piensa mejor con menos

Por Utopiacf

Los excesos nunca son buenos. De hecho, son muy perjudiciales para nuestro día a día, nuestro organismo y toda actividad que tengamos que realizar. El minimalismo se impone por sus beneficios a todos los niveles, también en el mental. El minimalismo mental ha venido para quedarse porque nos ayuda a tener una mente más saneada y en la que fluyan mejor las ideas y los pensamientos.

¿Qué es el minimalismo?

Menos es más. Tener solo lo que realmente necesitamos y nos hace felices. Y ser felices no es estar rodeados de cosas sino todo lo contrario, tener espacio para que fluya la energía y podamos atraer más.

Este es el principio del minimalismo. “Reducir al mínimo”.

Cuanto menos, mejor y es que tras una época de absoluto consumismo en el que basamos nuestra felicidad en tener más y más, ahora funcionamos con todo lo contrario. Y es que estamos saturados y con tanto a nuestro alrededor es imposible que veamos lo esencial, lo que importa y lo que realmente nos hace felices.

El minimalismo en su origen surgió como tendencia artística que utiliza elementos “mínimos” y básicos, colores puros, formas geométricas simples y tejidos naturales. ¿La intención? Simplificar el entorno, hacerlo más sencillo y que la vida en ellos sea lo realmente importante.

Menos es más: Elimina lo que no usas

De este principio basado en que todo sea más limpio, fluido y sin excesos, nace la tendencia generalizada del minimalismo. Se trata de extrapolar el menos es a más a todos los aspectos de la vida. Así, iremos eliminando y reduciendo cosas materiales de nuestro entorno para liberarnos de pesos tanto físicos como visuales.

Y es que la vista se cansa y con ella, el cerebro. Así que el primer beneficio que conseguirás si vas eliminando cosas de tu entorno es que tu mente, fluirá más. Estarás más cómodo, más liberado de ansiedad… porque aunque no lo creamos, tener cosas genera estrés.

Cuántas veces nos dicen y escuchamos que la gente ordenada es más productiva. Y es la realidad. El orden ayuda y tener algo ordenado significa que haya menos cosas y que las que hay, estén en su justo lugar. Por eso, el minimalismo ahora se está convirtiendo en la mejor herramienta para el mindfullness, la productividad y al final, ser más felices.

Iníciate en el minimalismo eliminando cosas materiales que tengas a tu alrededor. Nuestro hogar suele ser el primer paso y el más fácil: armarios de ropa que no nos ponemos, elementos decorativos que no aportan mucho… El principio es quitar aquello que no usamos y que no tiene utilidad real (lo bonito es útil si nos aporta felicidad visual pero el “demasiado” solo es ruido y nos satura).

Minimalismo de mente – minimalismo mental

Una vez que tenemos claro el concepto de minimalismo y que nos embarcamos en el menos es más, el siguiente paso es ejecutarlo. Ir liberando de cosas físicas nuestro entorno es realmente “liberador” nunca mejor dicho. Iremos notando los beneficios a medida que nos desprendemos de cosas materiales. Es un auténtico alivio y notarás la sensación de fluidez.

¿Siguiente paso? El minimalismo mental.

La cabeza nos pesa. Está repleta de pensamientos. No paramos de darle vueltas a todo constantemente. Y esto, satura. Nos agobia. Nos estresa. Es una realidad. Necesitamos minimalismo aplicado a nuestra mente. Es necesario limpiar de pensamientos, de ideas, de preocupaciones.

¿Eliminamos todos los pensamientos y empezamos de cero? No es eso. El minimalismo no es limpiar todo, abrir puerta y vaciar para después empezar a meter cosas de nuevo. El minimalismo consiste en empezar con lo que hay, con lo que tenemos, eliminar lo que sobra y no aporta y quedarnos con lo esencial.

El minimalismo mental es igual. No podemos quitar todo lo que tenemos dentro de nuestra mente para empezar de cero. Todos tenemos una vida, un bagaje, unos pensamientos que sí o sí tienen que continuar ahí. Lo que hay que conseguir es tener la capacidad de diluir los pensamientos negativos, los que nos atormentan y no aportan y así, dejar espacio saludable y limpio en nuestra mente.

Estructura tus ideas y pensamientos existentes y de ahí, elimina y diluye lo que sabes que no aporta más que negatividad y preocupación. Es complicado pero es necesario. Es todo un ejercicio de consciencia y fuerza de voluntad. Una vez que lo hayas hecho y lo mantengas (ahí está el verdadero reto del minimalismo), notarás cambios significativos en fluidez y agilidad en la toma de decisiones.

Ejecutar el minimalismo mental

¿Cómo se pone en marcha el minimalismo mental? ¿Cuáles son las pautas y los pasos a seguir para limpiar nuestra mente de pensamientos no útiles? Como todo en la vida, lo que más puede ayudarnos es tener un proceso de trabajo, una estrategia. Querer llegar a un objetivo sin un plan es realmente difícil, nos agotará por el camino y seguramente, lo dejaremos antes de avanzar con su consecuente frustración. Evítalo siguiendo estos pasos para llegar al minimalimos mental.

Observar e identificar nuestros pensamientos

Si no conoces tus pensamientos al detalle, si no tienes tus ideas identificadas es imposible tomar decisiones sobre ellas. Dedica tiempo a mirar dentro de tu cabeza. Es atrevido e incluso puede que sea doloroso pero será muy esclarecedor.

Selecciona lo que quieres tener en tu mente

Listar tus pensamientos en un papel te ayudará a poder ejecutar el siguiente paso: seleccionar aquellos que realmente te sobran para eliminarlos y los que te quieres quedar.

Los que eliminas, los quitarás porque son un lastre y la mejor opción es quitarlos.

Quédate solo con lo que aporte

En esa selección mantenida en el tiempo es importante que tengas un principio muy arraigado: quédate solo con lo que te aporte. De una u otra forma, debe aportarte un valor y si no, no lo mantengas, elimínalo.

Reducir el contenido que consumes

Al igual que en el minimalismo de cosas materiales, en el minimalismo mental es importante reducir lo que incluyes en tu vida. Si has dejado de comprar cosas materiales que no aportan y solo responden al hábito del consumo, en el aspecto mental deberás hacer lo mismo.

Elige muy bien y con cuidado el contenido que consumes: televisión, internet, libros, etc. Todo va a ocupar un lugar en tu mente así que se selectivo por tu bien mental. No sumes cosas por rellenar espacios y si lo haces en un momento determinado de aburrimiento o desconexión, ten la capacidad de identificarlo y así poder sacarlo cuando sobre.

Ahora es el momento de simplificar tu vida y limpiar tu mente para que fluya y entre nuevo contenido útil, de calidad y que te ayude a ser más feliz. ¿Te ayudamos?