De entre la infinidad de posibilidades de operar que nos ofrecen los mercados, hay algunas que parecen pasar desapercibidas por muchas instituciones y entendiendo que éstas nos aseguran un buen ratio riesgo-recompensa pasaremos a explicarlas y a darles la importancia que se merecen.
Los spreads
Existen ciertos momentos en los cuales podemos trabajar con dos productos y dibujar un gráfico el cual coja forma en si mismo y operar sobre él. A esta forma de interpretar esta situación se la denomina Spread. Esto que no es muy difícil a priori parece que no interesa a los actores de mercado, ya que indagando por ahí solo he encontrado a una persona que los hace y además los hace bien. Claro está, que una cosa es hacerlos y otra es saber interpretarlos correctamente., ya que sí no fuera así, automáticamente ese diferencial estaría actuando negativamente en nuestra contra.
De momento explicaremos dos situaciones con tres interpretes que dan demasiados quebraderos de cabeza a muchos y alegrías a muy pocos. Con ésta forma de operar podemos asegurarnos bastantes puntos cada ejercicio sin tener que sufrir demasiado. El primero que analizaremos será el Ibex-35 y el Eurostoxx-50 .(Fig.1)
A principios de 2001 el Ibex-35 cotizaba los 10000 puntos y la figura que dibujó no invitaba precisamente al optimismo, al mismo tiempo el índice de referencia europeo se situaba en los 4700 y como su homólogo tampoco se encontraba en su mejor momento.
Con este panorama en ese preciso momento se podía haber hecho un spread con el diferencial Ibex-Eurostoxx y como se puede apreciar en el grafico se tenía que comprar un contrato del selectivo español y vender tres contratos del selectivo europeo, con esto conseguíamos neutralizar movimientos fuertes en los índices, a la vez que buscábamos una rentabilidad a la operación.
Bien, pues siete años mas tarde y de momento seguimos ahí, la conseguimos y esta es bastante aceptable.
Digo de momento porque hasta ahora el diferencial no nos ha hecho salir de la operación la cual entró con un perfecto cambio de tendencia primaria alcista, que en ningún momento ha dejado.
Podéis hacer vosotros los cálculos de la rentabilidad hasta hoy del spread en estos siete años y veréis como no esta nada mal.
En la (Fig.2) otro cambio de tendencia primaria alcista se produjo pero este caso dos años mas tarde y el diferencial era entre el Dax alemán y el Ibex-35. El movimiento también fue perfecto con throw-back incluido al igual que en la figura 1 para después desplazarse sin que en ningún momento nos avise de algún cambio. También podéis hacer los cálculos pertinentes de revalorización en cuatro años de este spread y veréis como son interesantes.
En fin, en este artículo hemos intentado deshojar un poco la margarita, poco a poco iremos dando pautas de diferenciales interesantes a seguir, con estos dos empieza una manera de operar que quizás a algunos les vaya muy bien y quizás a otros no les vaya tan bien y prefieran seguir otros caminos de mayor riesgo.