He hablado tantas veces de la ABSOLUTA NECESIDAD DE SABER COGER PERSPECTIVA y estoy tan convencido de ello, que para determinados puestos de responsabilidad tiene que ser una habilidad básica. Quizá me estoy haciendo un radical del “perspectivismo”, quizá influido por mi afición a la fotografía estoy obsesionado por pasar de las “dos dimensiones” en las que se mueven algunos CEO´s a las tres dimensiones gerenciales.
El CEO que sólo ve el hoy, está incumpliendo su deber cara a su empresa, a su equipo, a sus clientes y consumidores porque realmente su labor es crear la visión, ver los hitos que se deben conseguir a largo plazo y llevar a su equipo hacia esos hitos haciéndolos participes de la consecución de esos resultados.
Trabajar en “tres dimensiones” es lo que permite al CEO cumplir con su Consejo de Administración, con los accionistas de la empresa logrando un retorno justo a su inversión pero también trabajar con su equipo de manera eficiente, sacando todo el potencial de cada persona acompañando, confiando y delegando efectivamente. Por último está la visión de mercado, conocer a los clientes y a los consumidores, entender sus necesidades y ser proactivo a la hora de promover los cambios necesarios en la empresa para que se cree una verdadera orientación al cliente.
El otro día charlaba con el Director General de una Pyme y me estaba dando cuenta del “desenganche” emocional
Era evidente que le preocupaba más la rentabilidad del producto que la del consumidor, porque su única preocupación no era satisfacer las necesidades del consumidor sino fabricar y obligar a sus vendedores a “colocar” en el mercado lo fabricado. A esto sólo se le puede llamar miopía.
Hay que escuchar al cliente para adaptar nuestros productos o servicios y no sólo lograr cubrir sus necesidades sino generar mucho más valor en el cliente que las expectativas que tenía en el producto, con esto estamos creando fans como decía Steve Jobs, estamos viendo en la lejanía.
En este proceso de gerencia en tres dimensiones podemos introducir el concepto de deconstrucción que aplicó con más que notable éxito Adrià a su cocina.
Quizá, y digo sólo quizá, hay que reescribir la gerencia con nuevas técnicas. Adría reinvento las recetas de toda la vida igual que los CEO actuales están obligados a reinventar la gerencia de toda la vida cogiendo perspectiva sobre el negocio y escapando de la miopía cegadora.
Un saludo.