Puig tuvo la claridad de ver la situación y entender que la esencia grupal de Los Sencillos ya no existía y resolvió finiquitar la banda tras más de una década de actividad. De esa forma a Miqui se le presentaba en el horizonte la nada fácil tarea de afrontar su debut en solitario con el peso inevitable del éxito que tuvieron Los Sencillos, sobre todo durante la primera mitad de los años 90.
Es evidente que el disco no alcanzaría ni de lejos las cotas de repercusión mediática y éxito comercial que tuvieron en su día “Encasadenadie” o “De Placer!”, pero de cara a la crítica especializada y a los seguidores más puristas y fieles del grupo, el debut de Miqui en solitario satisfizo sobradamente las expectativas que podrían haberse generado al respecto. Y es que en efecto estamos ante uno de los mejores discos que se editaron en la 1ª década del siglo XXI en nuestro país. Si no me creen, pasemos ya mismo a ver qué nos ofrece “Casualidades”.
La canción que concede el título al disco tiene la tarea de abrir el fuego. Las casualidades de Miqui se centran en esas circunstancias que rodean al fin de una relación y todo lo que puede suceder tras haber terminado la misma. La melodía es suave, con un leve y casi imperceptible tono amable y optimista sobre una letra que por el contrario ofrece cierta angustia como en ese puente al estribillo que dice “mis amigos me preguntan por qué estoy así, por qué me maltrato. Y es que me acuerdo tanto de ti…”. Un buen comienzo que se remata en el paso nº2 con uno de los grandes momentos del disco. “Tipo loft” es un temazo en toda regla. El ritmo de esta pista es mucho más vertiginoso, con acordes realmente cálidos de guitarra y con Miqui mostrándose en todo su explendor, con una interpretación vocal suave y acorde en ligereza con el sentir que desprende la canción. La melodía de guitarra acústica es sencillamente maravillosa. No hay que perder de vista la colaboración de Diego Vasallo de Duncan Dhu, que se anota una estrofa del estribillo en la parte final. El pasado y la ausencia vuelven a estar presentes en esas últimas palabras de Puig “no sabes cómo me gustaría que estuvieras aquí, que pudieras venir”. “Tipo loft” ofrece pop ligero y muy llevadero en niveles excelsos. “Punk-rocker enamorado” es un fragmento clásico dentro de “Casualidades”, que destaca principalmente por esas relucientes notas de piano que sobresalen en su melodía. No abandonamos el tema principal de “Casualidades”, que no es otro que el sentimiento que queda tras haberse producido una ruptura sentimental. Y para muestra otro botón, ya que en el 4º lugar del disco, además de encontrarnos otro de los grandes momentos de la obra y de los preferidos de los seguidores de Miqui Puig y Los Sencillos, ya podemos notar claras evidencias de ese tema central del álbum en “La puta canción de amor en la que el chico gana”. Miqui se anotó un tanto importante al conseguir que Jeanette aceptara volver a ponerse delante de un micrófono para que, al igual que hizo Vasallo en “Tipo loft”, ofrezca variedad vocal con un estribillo asignado en la parte final. La letra es buena desde el principio hasta el final, ya desde esa petición inicial “pídete un día de fiesta, diles que estás enferma, yo te vendré a buscar temprano a tu casa y saldremos los dos juntos a pasear. Tengo algo que decirte, no es nada de amigos, no hay ninguna fiesta…” Bueno, veo que me embalo y no pongo freno. Sin más, les recomiendo que la escuchen si no la conocen. En general supone unos minutos de pop en estado puro, muy animado y con una melodía maravillosa. “Eufórica nº3”, que casi podría titularse “Terriblemente eufórica”, juega un papel semejante al de “Punk-rocker enamorado”, ya que es una canción de lenta cadencia, más calmada y reflexiva, situada detrás de una joya pop más animada y luminosa. “Te quiero ahora, te quiero luego” es otro gran momento del disco, sumamente intenso, pero no asociado a la vertiente pop animosa. Miqui siempre se ha denominado cantante de amor y con composiciones como ésta, su autodenominación cobra un sentido claro y directo. Con una melodía más misteriosa y adornada con sutiles toques clásicos, Miqui construye una pista con un estribillo directo “Sí, te quiero, te quiero ver bailando. Sí, te quiero, lo saben todos menos tú” y con unas partes ajenas a dicho estribillo igualmente válidas y fabulosas.
Recuerdo que cuando leí en la prensa que se editaba el debut en solitario de Miqui Puig todavía no era consciente de que la banda se había ido al traste, considerando al mismo una especie de aventura paralela al estilo de lo que hace Dave Gahan al margen de Depeche Mode de cuando en cuando. Sería un tiempo después cuando me enteré de la disolución de Los Sencillos, aunque yo estimo que esa disolución fue produciéndose a partir de 1996 y el disco de mismo nombre que el grupo, el cual ya tratamos en artículo y le dedicamos el ya citado programa final de esta temporada en las ondas con Miqui al otro lado del teléfono.
Puig tuvo la ocasión de defender su nuevo material en directo en el Día de la Música en Madrid del año 2004, evento que imperdonablemente me perdí no recordando ahora el motivo, aunque 3 años después, en las mismas celebraciones anuales pude sacarme la espina y establecer el 1er. contacto personal con Miqui; de hecho, la foto que preside el presente post corresponde a un momento de aquella gran actuación que ofreció Miqui Puig junto a su Conjunto Eléctrico ante una plaza de Vázquez de Mella hasta la bandera de gente.
Una gran ópera prima en solitario este “Casualidades”, con esa portada en tonos rojizos y claros, con la foto de la cara de Miqui con gafas de sol y ese maremagnum de letras impresas sobre la misma, que ya en su día fue muy bien acogido por la crítica, pero que por el contrario no funcionó tan bien como hubiera merecido en el plano comercial. El paso del tiempo lo que está haciendo con el lp es el mismo efecto que produce a los buenos vinos; creo que no hace falta explicar más.
Después llegaría “Miope”, una celebración de Miqui a 20 años de trayectoria, en el que en directo recogería varios de sus temas y contaría con colaboradoras de excepción como Alaska. No obstante, el siguiente gran momento tenía que ser “Impar” de 2008, que no terminó de rematar la jugada iniciada por “Casualidades”, a pesar de incluir buenos temas como “Domingo diesel” o “Miqui contra el mundo”.
A día de hoy Miqui tiene varios proyectos como grabar un disco con orquesta en directo y por otro lado seguir escribiendo para lo que será su 3ª entrega en solitario. Hoy les propongo recuperar este buen disco, apropiado para estas fechas veraniegas, y hasta me atrevo a solicitar a los detractores de Miqui que lo escuchen sin prejuicios (como ya indicó en el título de uno de sus trabajos George Michael); si lo consiguen, quizás se lleven una grata sorpresa.