Su periodo de variación de brillo es de 332 días, y se encuentra a una distancia de unos 418 años-luz. Se trata de una gigante roja del tipo M7, con una temperatura superficial de unos 3000 K aproximadamente, y una luminosidad 8500 veces mayor que la del Sol. Tiene una compañera, Mira B, una enana naranja del tipo K distante unas 70 UA y con un periodo de unos 400 años.
Con todo esto, quizás la característica más asombrosa de esta estrella sea la siguiente: observaciones realizadas por el telescopio espacial GALEX (lanzado en 2003) en la región del ultravioleta, han revelado que Mira deja un rastro de materia tras de sí mientras se mueve a gran velocidad por la galaxia (130 Km/s). La longitud de este rastro es de unos 13 años-luz, y su visión es realmente impresionante, tal y como podemos comprobar en la siguiente imagen.
El siguiente vídeo es una simulación hecha por la NASA donde se puede ver el origen de esta hermosa estela, producida por el choque de las capas externas de Mira con el gas interestelar que la rodea. Una vez más, el universo no deja de sorprendernos.
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