Aquí lo que hace el Papa contado por él mismo:
“Les haré una confesión personal. En la noche, antes de ir a la cama, yo rezo esta breve oración: ‘Señor, si quieres, puedes purificarme’. Y rezo cinco ‘Padre Nuestros’, uno por cada llaga de Jesús, porque Jesús nos ha purificado con sus llagas”. “Pero si esto lo hago yo, pueden hacerlo también ustedes, en su casa, y decir: ‘Señor, si quieres, puedes purificarme’ y pensar en las llagas de Jesús y decir un ‘Padre Nuestro’ por cada una. Jesús nos escucha siempre”. Papa Francisco
Sería maravilloso que todos termináramos el día orando de esta manera, hablando a nuestro Padre celestial y pidiendo que nos purifique con y por su gracia. ¡Empecémos hoy mismo!