Desde lo más alto del Mirador de Cotorredondo, que es casi un faro y que tiene muchas escaleras.
Esta es desde un poco más abajo y mirando justo al lado contrario.
Un poco más abajo todavía, ya casi a la altura del suelo.
Aquí en un rincón perdido entre la abundante vegetación que rodea al Lago de Castiñeiras, que tiene muchos patos pero que no aparece ninguno en esta foto.
Las tres generaciones, mi padre, mi marido y mi hijo, los hombres de mi vida, paseando por la orilla del lago. No entenderéis probablemente esta foto, pero es un 360º completo, una esfera. Es para verlo de manera interactiva, y no os preocupéis que para este viaje ya tenía una buena aplicación para ello, que es de Google además. Os lo muestro al final del viaje.